José Ángel Serrano, presidente de la Interprofesional del Melón y Sandía de Castilla-La Mancha, ha compartido su preocupación por el impacto que las lluvias que han caído en Castilla-La Mancha –y que en algunos puntos han llegado a 150/m²– podrían tener en la planificación de la campaña.
Por un lado, de persistir las lluvias podrían generar problemas en las siembras tempranas con manta térmica, que suponen alrededor del 10% de la superficie total que se sembrará –alrededor de 3.300 hectáreas de sandía (un 10% más) y 5.500 de melón (un 5% menos)–. En cuanto al cultivo de las fases más tardías “se ha retrasado dos semanas” y “tampoco se puede esperar mucho más” para el soterrado. De esta manera, el menor margen en las etapas de siembra repercutirá, según Serrano, en “una aglomeración de la producción” en los mercados.
El representante de Cooperativas Agroalimentarias Castilla-La Mancha en la Interprofesional del Melón y la Sandía confía, del mismo modo, en cerrar una campaña en positivo si son favorables otros factores, como las altas temperaturas tanto en España como en Europa –sobre todo en los países más consumidores como Alemania, Francia y Países Bajos–, y los precios.
Cabe recordar que el año pasado se alcanzaron promedios de 0,40 euros el kilo para la sandía en campo –frente a las pérdidas de 2021, cuando se llegó a vender un kilo a 9 céntimos– y de 0,21 euros el kilo de melón.
Respecto a la S.A.T. Santiago Apóstol de Tomelloso, conformada por mas de 600 socios productores, que Serrano también preside, señala que la actividad de comercialización de melón y sandía, con un movimiento medio de 20 millones de kilos, comenzará en los próximos días con la venta de melón procedente de Sevilla.
Fuente: lanzadigital.com