Según informa la Red de Alertas e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF), las tareas de recolección y almacenamiento de ajo en Andalucía se dieron por finalizadas a finales de julio.
“El inicio de cosecha se adelantó unos 15 días sobre la fecha prevista inicialmente debido a la temprana ola de calor que se sufrió a finales de abril. La producción de esta campaña 2023 se ha visto reducida por las condiciones climáticas adversas sufridas a lo largo del ciclo del cultivo. La menor superficie sembrada esta campaña con respecto a la anterior, en torno a un 40% menos, ha acentuado aún más esta reducción de producción. Dicha disminución de superficie se produjo ante el riesgo de no poder disponer de la dotación de agua necesaria para un correcto desarrollo del cultivo. En las zonas regables y debido a la política de restricciones por la sequía, los productores de ajo que finalmente decidieron sembrar no pudieron regar, y el cultivo sufrió un estrés hídrico que repercutió en su desarrollo y la producción final”.
“La marcada sequía de esta campaña ha afectado de manera muy relevante a Andalucía. En el mes de abril, unas temperaturas extremadamente altas y escasísimas lluvias provocaron un marcado descenso del rendimiento en las cosechas tempranas. En contraste, los meses de mayo y junio se vieron afectados por una temporada de lluvias que, en lo referente a los cultivos más tardíos como el ajo morado, afectó al desarrollo de la producción con la aparición de diferentes problemas fitosanitarios en la finalización del cultivo, provocando disminución del calibre y en definitiva del rendimiento. Este descenso en los rendimientos se calcula entre un 20-30% con respecto a una campaña normal, pasando de la media de un año normal de unos 8.900 kg/ha a 6.500 kg/ha de esta campaña”.
“La calidad de esta cosecha 2023 en las variedades tempranas ha sido baja en cuanto a aprovechamiento de las cabezas de ajo. Respecto a la variedad de ajo morado, la calidad es similar a la campaña pasada, pero con bajada significativa de los rendimientos por la falta de calibre. Esta situación de bajos rendimientos ha provocado que los costes de producción por hectárea se hayan vuelto a disparar por encima del 45% con respecto a la campaña anterior”.
“La campaña en el ajo temprano Spring y el morado puede ser muy diferente, debido a que el ajo Spring este año ha tenido rendimientos medios aceptables, pero con una calidad ligeramente más baja, mientras que el ajo tardío o morado no ha sufrido en calidad, pero sí en rendimientos y calibres”.
Fuente: juntadeandalucia.es