Así lo afirmó Xavier Bosch, gerente de Blaufruit, de los últimos productores de pera que quedan en la zona; de hecho, actualmente el 95% de la producción en las comarcas de Girona es suya. “Hace diez años, en las comarcas gerundenses se había llegado a producir 12.000 toneladas de pera, sobre todo en el interior del Gironès y la Selva. Ahora, solo se hacen 4”, añade. Pero, ¿qué ha llevado a esta situación?
Uno de los culpables ha sido el hongo Stemphylium, que ha derribado la producción en las comarcas gerundenses, con brotes muy importantes en el Empordà. El suelo del territorio gerundense, especialmente húmedo en primavera, atrae a este hongo y los productores tienen pocas opciones para hacerle frente.
En Blaufruit el año pasado perdieron una cuarta parte de la fruta por culpa del Stemphylium, con parcelas enteras de peras podridas. Jordi Cabrefiga, investigador del centro del Institut de Recerca o Tecnologia Agroalimentàries (IRTA) en Mas Badia, en la Tallada d'Empordà, explica que "los fungicidas efectivos han ido desapareciendo del registro de fitosanitarios de la Unión Europea".
Cabe recordar que la producción de peras en las comarcas gerundenses había sido importante por ser una de las primeras en cultivar la Conferencia en todo el Estado español, en los años ochenta. Aún hoy, la pera de Girona tiene una particularidad muy valorada por los consumidores que la hace especial, el russeting.
Xavier explica que en la finca de la Massana, en Vilablareix, antes producían "la mejor pera de Girona", especialmente dulce y con mucho russeting. Ahora está previsto que el terreno se convierta en la sede institucional y oficinas del Girona FC.
Fuente: elperiodico.com