Según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), en las cuencas del Guadalquivir y Guadiana la sequía que estamos atravesando es la más duradera desde, al menos, 1961, mientras que en la cuenca del Pirineo oriental es la sequía más intensa desde el inicio de la serie.
A día de hoy, los embalses en España albergan un total de 20.098 hectómetros cúbicos, es decir, están al 35,9% de su capacidad, con casi 4.000 hm³ por debajo de la media de los últimos cinco años, y hasta 7.000 hm³ por debajo de la media de la década, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica.
Por cuencas, la del Guadalquivir (18,2%) y la de Guadalate-Barbate (15,8%) son la que sufren una situación más grave seguidas de la del Segura (24,3%), Guadiana (23,8%), Mediterránea Andaluza (23,4%) y las internas de Cataluña (22%).
En cuanto a la situación de los embalses por comunidades autónomas se diferencian fuertes contrastes en las acumulaciones: Asturias es la comunidad que más porcentaje de agua embalsada tiene (76,5%), seguida del País Vasco (59,9%), Galicia (59,2%) o la Comunidad de Madrid (50,2%), mientras La Rioja (29,9%), Castilla-La Mancha (28,7%), Región de Murcia (28, 3%), Cantabria (24,5%) y Andalucía (20,1%) se sitúan a la cola.
Cabe resaltar que el estrés hídrico de los embalses ya era patente y preocupante en 2022 cuando, en la misma semana que la actual, la reserva de agua marcó el 32% de su capacidad, porcentaje todavía más bajo que el actual y muy alejado del 66,6% registrado en 2013.
En cuanto a las lluvias, el año hidrológico, que comprende del 1 de octubre al 30 de septiembre, a falta de confirmación oficial, ha concluido como el sexto más seco del siglo XXI y el undécimo de la serie histórica (1961), con una media de precipitaciones en torno a un 11-12% menos del promedio. Y las perspectivas de lluvias a corto plazo son muy poco alentadoras.
Fuente: efeagro.com