Según Jacob Aktalan, de MG Fruit, radicada en los Países Bajos, la demanda de melones no es muy destacable. "Los precios desorbitados del mes pasado afectaron a las ventas, y desde entonces, varios minoristas han retirado los melones de sus surtidos".
"Las ventas se mantienen bastante estables, pero se debe únicamente a los retrasos que se han estado registrando. Los melones amarillos, que gozan de una buena demanda, son la excepción a la norma", prosigue el importador, que no espera un repunte significativo de cara a las fiestas. "La fiebre navideña de antaño es cosa del pasado. Solo en el caso de melones especiales, como el Charentais, existe potencial para que aumente la demanda".
"Los melones Galia y Cantalupo cuestan entre 6 y 7 euros. Las sandías se venden por entre 0,70 y 0,80 euros. Los melones Charentais cuestan entre 10 y 12 euros, y los amarillos, entre 14 y 15 euros", informa Jacob.
Sin duda cree que hay oportunidades para la venta de melones en invierno. "Los melones son un producto para todo el año, siempre que la producción esté regulada. Dependemos de lo que se plante en todo el mundo".
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