La comercialización de todas las frutas y hortalizas está resultando sumamente difícil este año. "No hay producto fácil: el comercio de frutas es en estos momentos extremadamente problemático en todas las gamas de productos y orígenes. En el sector de la fruta de hueso, por ejemplo, ni siquiera se aceptan los defectos o deformaciones mínimos de la piel, tanto en los productos franceses de primera calidad como en los productos alternativos más baratos. Esto tiene su correspondiente repercusión en los precios de venta: si no se cumplen las normas de calidad excepcionales, el precio no baja un 10-20%, sino a veces hasta un 70-80%. Si partimos de una tasa de error normal, unas cuantas cajas por palé fallan ocasionalmente en el control de calidad, lo que a su vez tiene un impacto masivo los ingresos", explica Ralf Wisser, director general de la empresa homónima con sede en el Frischezentrum Frankfurt, el mercado mayorista de Fráncfort.
"Al final, nuestros clientes no hacen más que trasladar las exigencias de calidad de sus clientes, lo cual también es legítimo hasta cierto punto, pero me pregunto dónde acabará esta espiral. Hoy en día, los productores tienen que hacer una mayor selección de productos en total que el pasado, y aumenta la proporción de fruta que ya no se acepta para la comercialización en fresco. Como es lógico, esto hace subir los precios. ¿Cuándo se romperá esta espiral de precios?", plantea Wisser. "Además, hemos observado que la variedad de albaricoques franceses en particular ha crecido considerablemente en los últimos 20 años, con el objetivo de alargar la temporada. Sin embargo, también ha habido muchos fracasos en la obtención de variedades, por lo que el negocio se ha convertido en una lotería. Este riesgo ya no puede asumirse. Porque lo que no es negociable es que si el consumidor acepta los elevados precios de un producto de primera calidad y lo compra, también este debe tener buen sabor. El consumidor debe sentir que ha valido la pena comprarlo en un comercio especializado. Si no lo conseguimos, el cliente se desanima y compra en otro sitio".
Ralf Wisser dirige la empresa homónima desde 2007, y entre sus clientes figuran comerciantes del mercado semanal.
Situación atípica para el ruibarbo
El tiempo frío y húmedo de este año también ha repercutido negativamente en la comercialización. Wisser señala que "abril y mayo, con las fresas tempranas y los espárragos, son meses absolutamente clave en la producción anual. Este año, sin embargo, ha sido un completo desastre por las condiciones meteorológicas, visible sobre todo en las débiles ventas a los mercados semanales". Sin embargo, indica que no se produjeron cuellos de botella en el suministro debido al mal tiempo. "Solo el ruibarbo ha sido un caso atípico negativo este año. A causa del frío y las lluvias de abril, se produjeron algunos tallos antiestéticos, delgados como fideos, que de todas formas se recolectaron porque faltaba oferta, aunque en años normales ese producto habría sido totalmente invendible".
En el caso de las ciruelas de la región, Wisser afirma que la oferta es igualmente escasa, y que hay explotaciones con un déficit de hasta el 80%. A largo plazo, sin embargo, confía en el futuro de la fruta de hueso regional. "La ciruela atrae cada vez más la atención de los consumidores jóvenes, pero no como fruta de conserva o para cocinar, sino como snack. Lo importante no es tanto la variedad como el sabor".
El puesto de venta de Ralf Wisser GmbH en el Frischezentrum Frankfurt.
Frutos rojos regionales
Fundada en los años noventa, la empresa empezó operando en mercados semanales de Fráncfort del Meno y se transformó en mayorista de frutos rojos de todo tipo y espárragos en 2004, con la apertura de la nueva nave del mercado mayorista de Fráncfort. La gama de productos se amplió rápidamente para poder ofrecer a los clientes un surtido de primera calidad durante todo el año. En 2014, se integró otra rama con la adquisición de un negocio mayorista de patatas, cebollas y ajos.
No obstante, los frutos rojos regionales siguen siendo uno de los principales focos de atención de Ralf Wisser GmbH. "En lo que respecta a las fresas, frambuesas y moras regionales, en la región Rin-Meno estamos casi desabastecidos. En cambio, los arándanos suelen estar infrarrepresentados por las condiciones del suelo. No obstante, intentamos ofrecer a nuestros clientes arándanos alemanes siempre que es posible, ya que se presentan predominantemente en el envase adecuado, es decir, a granel o en bandeja de cartón, a diferencia de los productos importados".
Cestas de fruta.
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