El embargo comercial impuesto a Rusia hace diez años tuvo grandes consecuencias para la empresa polaca P.H. Elfruit. "Solíamos exportar muchos productos a Rusia antes de que se impusiera el veto. En nuestro caso, el principal producto exportado a Rusia eran las manzanas, sobre todo la variedad Idared. Por aquel entonces, aproximadamente el 70% de nuestras ventas totales eran exportaciones a Rusia", manifiesta Janusz Kawęczyński, el propietario de esta firma polaca.
A corto plazo, como consecuencia, los ingresos descendieron y la empresa tuvo que buscar otros mercados para sus manzanas, lo que no fue tarea fácil, teniendo en cuenta que las manzanas se cultivaban acorde a las normas rusas, explica Kawęczyński. "La entrada en vigor del veto nos planteó enormes retos como empresa. Tuvimos enormes dificultades para sustituir al mercado ruso. A corto plazo, se redujo significativamente nuestra facturación, lo que a su vez se tradujo en la reducción de puestos de trabajo. Limitamos nuestras exportaciones, pero conseguimos reorientar nuestras ventas a otros mercados del Este, así como a mercados menos exigentes de la Unión Europea".
Incluso ahora los ingresos son inferiores de lo que eran, pero Kawęczyński se ha centrado ahora en el mercado de la transformación para compensar. "Ahora que ya han pasado varios años desde el embargo inicial, todavía percibimos sus efectos, ya que el descenso de las ventas ha afectado considerablemente a los beneficios de la empresa. Hoy en día, hemos diversificado nuestra oferta. Exportamos a los mercados del Este, pero también hemos desarrollado las ventas de cerezas, manzanas y peras para la industria transformadora", concluye.
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Janusz Kawęczyński
P.H. Elfruit
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