Ante la inminente amenaza de una huelga en las principales compañías ferroviarias de Canadá, Maersk ha tomado la decisión de no aceptar carga con destino a Canadá que requiera transporte ferroviario o cuyo peso exceda los límites para camiones pesados. Esta medida responde a la posibilidad de un paro laboral a partir del 22 de agosto en Canadian National Railway y Canadian Pacific Kansas City, lo que podría paralizar significativamente el flujo de mercancías.
Por otro lado, Hapag-Lloyd está implementando estrategias de coordinación con sus socios ferroviarios para mitigar cualquier disrupción que pueda surgir, asegurando así la continuidad de sus servicios. La compañía ha sido proactiva en el desarrollo de planes de contingencia para enfrentar los desafíos que el conflicto laboral pueda presentar.
La potencial paralización de las actividades ferroviarias podría tener consecuencias severas en las cadenas de suministro de América del Norte y en la economía canadiense. Según el Departamento de Agricultura de EE. UU., el impacto económico de una huelga de esta envergadura sería devastador, no solo a nivel local, sino también en la movilización de cargas en Estados Unidos y más allá. En anticipación a la huelga, ambas compañías ferroviarias canadienses han comenzado a restringir el transporte de cargas peligrosas. Canadian National, además, ha informado a sus clientes sobre la suspensión de aceptación de todo tránsito intermodal procedente de varios orígenes, incluyendo los puertos de Nueva York, Nueva Jersey, Filadelfia y puntos interiores como Indianápolis.
Fuente: mundomaritimo.cl