El viernes pasado, la empresa Pomanjou (del grupo Innatis) inauguró en Verrières-en-Anjou, Francia, su nueva estación de transformación de frutas. Un lugar totalmente nuevo, donde reinan la modernidad, la eficacia y las nuevas tecnologías. Una inversión de 30 millones de euros para equipar una única estación de 14.300 m², que ahora reúne las actividades de almacenamiento, selección, envasado y expedición. "Antes, nuestras manzanas pasaban por dos almacenes que se complementaban en cuanto a actividades. Ahora, al concentrar todas nuestras actividades bajo un mismo techo, podemos ahorrar una cantidad considerable de tiempo y esfuerzo logístico", informa Alice Gianola, directora de comunicación y marketing del grupo.
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Para esta nueva y esperada estación de transformación de frutas, Innatis ha pensado a lo grande. 2.500 m² de paneles fotovoltaicos cubren las 3,9 hectáreas del terreno y alimentan un innovador sistema energético que recupera la energía utilizada para calentar la nave de selección y envasado. Los dos pasillos de la estación están formados por 20 cámaras frigoríficas de atmósfera controlada, cada una con capacidad para 240 toneladas de fruta en columnas de hasta 12 palots de altura. También hay 4 cámaras frigoríficas normales, cada una con capacidad para más de 1.000 toneladas. Al final de este enorme pasillo, que da servicio a las cámaras frigoríficas situadas a ambos lados, se encuentra la zona de envasado. También en este caso, la modernidad del lugar es impresionante. Excepto dos personas que supervisan la máquina y una que realiza los ajustes en el ordenador, todas las operaciones están automatizadas. El sistema de clasificación óptica permite configurar hasta 40 especificaciones. Cada manzana se fotografía desde todos los ángulos, haciendo 30 tomas antes de introducirla en uno de los 40 canales de calibración. Una vez el canal está lleno, se vacía y un robot lo limpia automáticamente para mantener el agua limpia. En cuanto se llenan los palots, se etiquetan automáticamente para garantizar una trazabilidad óptima. En total, se seleccionan y clasifican entre 18 y 20 toneladas/hora de manzanas. Luego, se produce una de las únicas intervenciones humanas de la cadena: la recuperación de los palots para llevarlos al almacén frigorífico.
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Una vez finalizadas las operaciones de clasificación óptica y selección, las manzanas se envasan en 7 líneas de envasado. En cada línea se pueden cargar 8 palotss. Entre el 5 y el 10% de las manzanas que se rechazan en el circuito de envasado se vuelven a desechar automáticamente, bien a un palot de rechazos o se llevan al contenedor de manzanas podridas, gracias a una red de tuberías subterráneas, mientras que antes se requería la intervención humana. Es una forma de ahorrar de forma generalizada y no "incurrir en costes por frutas que no dan dinero". A continuación, la fruta que sale de las líneas de envasado se seca y se cepilla con un sistema de cepillo y ventilación. Luego, se envasan secas, brillantes y cepilladas sin utilizar ningún producto químico. Se utilizan varias máquinas de envasado para satisfacer las necesidades de cada cliente. El sistema de paletización se ha diseñado para que nunca haya una interrupción en la carga, lo que de nuevo supone un ahorro de tiempo notable.
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Para más información:
Alice Gianola
Innatis
[email protected]