Si bien Chris Poelen suele cosechar sus primeras calabazas a principios de agosto, este año no llegó al mercado hasta finales de agosto. "La plantación se desarrolló bastante según lo previsto, pero luego el crecimiento se estancó durante unas seis semanas debido al río y la humedad, por lo que también tuvimos que posponer la siembra unas tres semanas".
Chris Poelen.
"Ha cambiado todo, excepto Halloween, que siempre es un pico de ventas importante. Eso significa que habrá que hacer más en menos tiempo", observa sobriamente el cultivador. Poelen cultiva unas 15 variedades de calabaza comestible, la mayor parte Hokkaido, calabazas botella, Kabocha verde y calabaza Butternut.
"Esta temporada, los frutos tardaron en madurar adecuadamente, lo que creó algunos huecos en el mercado, pero ya los estamos cubriendo", dice Chris. Groentenhof Poelen suministra las calabazas a numerosos canales de venta, como exportadores, mayoristas, supermercados y talladores. "En particular, la demanda de las plantas de corte está aumentando. Los consumidores quieren más comodidad y, por eso, es un tema cada vez más interesante".
En general, Chris afirma que la popularidad de las calabazas ya no aumenta tanto como en los últimos años. "Por lo tanto, en el mercado holandés ya está todo bastante repartido. Nosotros mantenemos relaciones sólidas para cooperar de manera fructífera en el largo plazo. Solo se observa a veces un aumento significativo de la demanda si en otras regiones han sufrido inclemencias".
Sin embargo, según Chris, una tendencia importante es que el mercado holandés prefiere cada vez más el producto nacional. "La huella de carbono cuenta mucho. Ojalá podamos contribuir en este sentido con nuestras calabazas locales. Nuestra temporada dura tradicionalmente hasta el cambio de año. También es entonces cuando llegan más importaciones y empezamos a centrarnos otra vez en el nuevo año de cultivo".
Este año, el agricultor de Groesbeek ha ampliado ligeramente su superficie, pero, debido a las condiciones meteorológicas, dispone más o menos del mismo volumen. "Afortunadamente, me permite atender a todos los clientes. No me gusta decir que no", continúa Chris. Según indica, la demanda del mercado se inclina cada vez más hacia tamaños más pequeños. "Las familias ya no son tan grandes y el espacio en las tiendas también se reduce cada vez más. En consecuencia, los tamaños pequeños son los más demandados".
"Lo mejor es que el tiempo sea cálido y seco, porque entonces aún se puede regar un poco si es necesario. Con la humedad de esta primavera es mucho más difícil, y sobre todo durante la polinización, se necesita que haga buen tiempo. Por suerte, el buen tiempo de las últimas semanas ha garantizado una buena maduración y calidad".
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Chris Poelen
Groentenhof Poelen
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