Muchos exportadores de cítricos del Cabo Oriental esperan terminar la temporada a finales de mes. La situación es un "caos" en los dos puertos que dan servicio a esta provincia, Port Elizabeth y Ngqura, tras un invierno especialmente duro que ha provocado varios vertidos de petróleo a lo largo de la costa sudafricana y pérdidas de cargamentos. El portacontenedores MSC Apollo derramó petróleo cerca de las colonias de pingüinos y el buque ocupa actualmente un valioso puesto de atraque en la terminal de contenedores de Ngqura.
En el cabo de las Tormentas, como se conoce también al cabo de Buena Esperanza, ha hecho honor a su nombre y las autoridades sudafricanas han rescatado este invierno varios buques en apuros. "El aumento de los incidentes de pérdida de carga coincide con un incremento de la circulación por el cabo de Buena Esperanza, desvío tomado para evitar los ataques hutíes en el mar Rojo", explica Mike Schuler en gCaptain.
Las cámaras frigoríficas del Cabo Oriental "están a reventar"
"Aquí hay un caos total", asegura un exportador del Cabo Oriental. "Todos los almacenes frigoríficos están a reventar porque no podemos cargar mercancía al ritmo que entra".
Los almacenes frigoríficos de la cercana Langkloof, productora de manzanas y peras, sirven de apoyo a los de Gamtoos y Sundays River Valley.
"La semana pasada no pudimos cargar desde el Cabo Oriental, y tuvimos que ponernos al día durante el fin de semana. Hoy los puertos vuelven a tener viento por tercer día consecutivo, así que a este ritmo volveremos a cargar este fin de semana. Si no podemos cargar un gran volumen de cítricos este fin de semana, puede que tengamos que trasladar volúmenes a Langkloof la semana que viene, a un coste enorme".
Hay menos presión en el puerto de Ciudad del Cabo, donde, a pesar de que otro buque con problemas está ocupando espacio en el muelle, el tiempo es tranquilo y la fruta se está cargando con regularidad.
Caída del 30% en los volúmenes nacionales
La cosecha nacional de cítricos se ha reducido un tercio, faltando casi todo excepto mandarinas tardías, señala un exportador de Ciudad del Cabo.
La mancha negra de los cítricos convenció a muchos de enviar sus naranjas a la industria para ahorrarse costes y riesgos de exportación, y aprovechar además los altos precios del zumo de naranja, lo que ha repercutido en los volúmenes de exportación.
Muchos exportadores han manifestado tener dificultades para atender sus pedidos esta temporada, mientras que los consumidores locales también ven menos naranjas en los estantes.
Afortunadamente, señala el exportador del Cabo Oriental, los problemas con los niveles inusualmente bajos de ácido, que asolan esta temporada a amplias zonas citrícolas de todo el país, no afectan a las Midknight y Valencia que están envasando actualmente.