Tras un periodo difícil, vuelve a haber algo de movimiento en el mercado de las hortalizas de invernadero. Así nos lo cuenta Jonathan Vandesande, de FMB. "Evidentemente, estamos muy pendientes de Alemania, y en Baviera, por ejemplo, tienen vacaciones hasta la primera semana de septiembre, pero ahora todo vuelve a ponerse en marcha, así que vuelve a haber algo de demanda, pero la oferta se agota rápidamente", afirma el comerciante de la exportadora flamenca, que el año que viene celebra su centenario.
"Hasta agosto, todo el mundo seguía teniendo su huerto y los pequeños productores tenían aún sus propios tomates. Ahora empieza a hacer un poco más de frío y, poco a poco, la cosa va a menos", explica Jonathan. "Eso es algo que a nosotros nos volverá a dar algo de vida. De hecho, hasta ahora hemos tenido un verano muy tranquilo, pero como el producto local alemán va desapareciendo poco a poco, nos adentramos ya en el periodo de transición. Sin embargo, la oferta de hortalizas de invernadero está disminuyendo rápidamente".
En realidad, esto se aplica a todas las variedades, afirma. "Se nota que hay escasez de pepinos en todas partes y, poco a poco, también va reduciéndose la oferta de pimientos. En las dos últimas semanas todavía había algo de producto alternativo moldavo o polaco, pero esa oferta también se está reduciendo. Algo parecido ocurre con los tomates. La oferta polaca también es cada vez menor. Todo el mundo tiene la mirada puesta en España, pero al parecer allí han tenido olas de calor en las últimas semanas y la calidad tampoco es buena".
"Por ejemplo, los pepinos españoles, que suelen llegar antes al mercado que los pimientos y los tomates, ya no se venden tras solo un par de días, aunque estén baratos. Para los productores belgas ha sido una temporada estupenda, porque los precios se han mantenido altos todo el verano y se espera que se mantengan así durante un tiempo, hasta que haya pepinos españoles de buena calidad, aunque la cosa podría complicarse. Eso sí, preveo que la oferta se mantenga más bien escasa a corto plazo por lo que los precios se mantendrán así durante un tiempo".
La peor campaña de tomate en años
El hecho de que los precios estén bastante por las nubes no está beneficiando mucho al tomate, ya que la situación hasta ahora ha sido muy mala. "Está habiendo más demanda desde finales de agosto, pero antes hemos tenido quizás la peor temporada de verano de los últimos años. Los precios no habían caído tanto desde tiempos de la pandemia. Es sorprendente, porque esperaba que no volviéramos a ver precios así", explica Jonathan.
"De hecho, durante los primeros cuatro años tras la pandemia, hemos lidiado con bastante escasez. Por supuesto, esto se debió en gran parte primero al ToBRFV y luego, además, a la crisis del gas. Así que se cultivó menos, y lo que se cultivó se lo llevó por delante el virus. Puede sonar extraño, pero en retrospectiva, el impacto del virus puede haber sido una bendición. Al fin y al cabo, cuando la oferta es limitada, el productor obtiene un rendimiento global mejor. Así que, en ese momento, les fue mejor".
"También por eso yo, y otros muchos, pensábamos que nunca íbamos a volver a ver semejantes precios de derribo para los tomates, de 15 a 20 céntimos por kilo. También afectó la inflación, que provocó un fuerte aumento de los costes para los productores", continua el comerciante. "Naturalmente, los productores también han puesto de su parte para que esto suceda, porque llevaban unos años obteniendo buenos precios. Además, hay variedades resistentes y los precios de la energía son bajos, así que todo el mundo decidió apostar por ello. Proporciona mucho más volumen extra, pero, por desgracia, la demanda, sobre todo en Alemania, se ha quedado rezagada".
La culpa de ello la tiene, sobre todo, el bajo poder adquisitivo. "También nos dicen los clientes que el poder adquisitivo se ha reducido en los países germanoparlantes, que es nuestro mayor mercado. Alemania es también el país donde la gente está ahorrando más de sus ingresos brutos en relación con lo que gasta, sobre todo en el sector gastronómico. No lo gastan porque los precios se están volviendo inasequibles. Se están produciendo aumentos exponenciales de costes en personal y alquiler, que tienen que repercutir en los consumidores, por lo que las ventas, en general, caen. Así que, en general, la situación no ha sido muy halagüeña".
Nuevo impulso para las manzanas
Jonathan espera ya con ilusión el inicio de la temporada de invierno, durante el que la fruta de pepita y las hortalizas de invierno son productos de peso para FMB. "La fruta de pepita es también un mercado más interesante que el de las hortalizas de invernadero en estos momentos. Seguiremos con las hortalizas de invernadero hasta finales de octubre o mediados de noviembre con volúmenes más reducidos. Luego tendremos que competir mano a mano con España, pero eso es algo con lo que lidiamos todos los años. Luego pasaremos a la fruta de pepita y las hortalizas de invierno".
"Vemos que se está dando un impulso a los precios de la manzanas", continúa. "Hasta hace tres o cuatro años, nadie lograba deshacerse de todas sus manzanas y al final de la temporada quedaba un montón de oferta, que acababa yendo a la industria del zumo. Ahora toda la producción de la temporada está comprometida antes de la cosecha, lo cual está muy bien. También influye que antes había demasiados manzanos y muchos se han arrancado en estos últimos años, por lo que ahora podemos esperar un mercado más sano".
Jonathan afirma que esto también se aplica a las peras. "También en este caso vamos a poder trabajar con buenos precios. Sin embargo, tal y como ocurre con las manzanas, predominan los calibres más gruesos. Casi nadie tiene peras de tamaños más pequeños, por lo que, al parecer, la semana pasada, y también esta semana, apenas ha habido diferencias de precio entre las peras grandes y las pequeñas. Es el mundo al revés, lo cual no es algo necesariamente positivo para nosotros. El mercado alemán demanda sobre todo peras pequeñas. Los calibres más grandes van a los países del este, a Francia o se quedan en parte en el mercado nacional. No obstante, podremos mantener una buena actividad durante los meses de invierno", concluye Jonathan.
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Jonathan Vandesande
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