Con planes para empezar la cosecha a mediados de octubre, las perspectivas de la temporada de pomelos de Florida son optimistas. "La cosecha tiene buena pinta", afirma Dan Richey, de Riverfront Packing Company.
El cultivo se puede dividir en dos, por así decirlo. "Los árboles más viejos están en declive porque son más viejos, han sufrido el cancro de los cítricos y el enverdecimiento –o greening– de los cítricos", indica. "Habrían estado en declive de todos modos sin esas enfermedades debido a su edad. Sin embargo, la proliferación de enfermedades aceleró su decadencia". A su vez, esos árboles tienen menos volumen y la fruta suele ser más pequeña porque el árbol está estresado.
Producción más nueva y joven
Por otro lado, los árboles más jóvenes prosperan gracias a nuevas terapias que los protegen especialmente del enverdecimiento. "Los árboles de tres a cinco años tienen una buena carga de cosecha, y el calibre y la calidad son buenos, así que somos optimistas en cuanto al futuro de estos árboles más jóvenes", dice Richey.
Para proteger a la nueva generación de árboles del enverdecimiento, se están aplicando dos tipos de terapias: colocar mallas sobre los árboles hasta que tengan unos dos o tres años para que tengan un buen comienzo, o bien, lo que está haciendo Riverfront Packing, que es aplicar arcilla de caolín a los árboles, que cubre con una capa roja las hojas, y el psílido de los cítricos asiático, el vector de propagación de la enfermedad, no puede ver ese color (o, de verlo, pierde rápidamente el interés.
También hay más de 405 hectáreas de cítricos bajo pantallas protectoras (CUPS) en Florida. Este cultivo de alta densidad es similar al cultivo de pomelos en invernaderos, pues previene totalmente la infección, ya que el psílido no puede penetrar las pantallas. Se calcula que, en los próximos dos o tres años, este tipo de cultivo producirá más de un millón de cajas.
Prevención
Sin embargo, también hay terapias preventivas para hacer frente a una posible infección. "Después de retirar las mallas, utilizamos una terapia antibiótica que se inyecta en los árboles para llegar a las bacterias", explica Richey, y añade que la empresa ya lleva tres años aplicando estas inyecciones. "Hemos probado muchas formas de llegar a las bacterias: pulverización, aplicación en las raíces, y ninguna ha funcionado como las inyecciones. Estamos observando un aumento real de la vitalidad de los árboles después de la inyección".
Todo esto se está haciendo con la creencia de que la producción de pomelo de Florida volverá a repuntar. "Un gran segmento de nuestro sector está apostando por el pomelo ahora mismo en las nuevas plantaciones. Eso es una gran mejora, pero nunca volveremos a los 60 millones de cajas", afirma. "Actualmente estamos en 1,7 millones de cajas y creo que tal vez podamos llegar a los 4 millones de cajas en un momento dado, lo que nos pondría a la par con Texas".
De forma más inmediata, la cosecha de este año será similar a la del año pasado, al coincidir el abandono de los árboles de más edad y la plantación de otros jóvenes, más protegidos. "El cambio no va a ser repentino, sino más bien un avance lento, pero creo que estamos en la parte inferior de la curva de campana. Puede que, un año más, notemos un ligero descenso, pero luego, con las plantaciones CUPS y el volumen de árboles jóvenes que se han plantado, dentro de aproximadamente un año la producción empezará a superar lo que estamos retirando", calcula Richey.
En cuanto a la demanda para esta temporada, se prevé buena. Históricamente, el pomelo de Florida se ha dedicado a partes iguales a la exportación y al mercado interno, y eso también ha cambiado. Hoy en día, la balanza se inclina hacia el mercado nacional "a causa de los obstáculos encontrados en el mercado de exportación", apunta Richey. Entre ellos figuran factores como los límites máximos de residuos (LMR) implantados en Europa, Corea y, en menor medida, Japón. Eso significa que ahora es más caro cultivar fruta para la exportación cumpliendo los LMR.
Desafíos europeos
También existe la creencia de que la Unión Europea se ha vuelto más proteccionista en torno a los cítricos. "Es la única región del mundo que no acepta que la fruta no es una vía de propagación de enfermedades como la mancha negra y el cancro de los cítricos. Nos impone restricciones draconianas: la fruta tiene que estar completamente libre de imperfecciones, y eso es un problema. Si hay una mota causada por el cancro del tamaño de la punta de un lápiz, hay que reexportar todo el contenedor y no hay ningún lugar al que reexportarlo. Aquí, en la región de cultivo del pomelo, tenemos cancro de los cítricos, pero no tenemos mancha negra de los cítricos. Es un gran problema para los limones de Argentina y también para los pomelos y naranjas sudafricanos", expone Richey.
Las rutas de envío a Asia también han cambiado, y los problemas de congestión en lugares como el canal de Panamá se suman a los problemas logísticos y prolongan considerablemente el tiempo de envío. Como alternativa, la fruta se transporta en camión a la costa oeste y se despacha desde puertos como Oakland, aunque, por supuesto, esto aumenta los costes de envío.
En las exportaciones también se ha producido una afluencia de pomelos de otras regiones, como Israel, Turquía y México, que han llegado con costes más bajos y han absorbido cuota de mercado que antes pertenecía a Florida. "Aunque tenemos un producto superior que todo el mundo reconoce, la diferencia entre su precio y el nuestro es demasiado grande para que podamos crecer en esos mercados por el momento", dice Richey.
México y el pomelo
Además, la situación se complica aún más por los problemas que enfrenta la fruta mexicana, como la antigua norma de que la fruta debe cumplir los estándares de Florida. Sin embargo, los productores de Florida dicen que se ha llegado a un acuerdo paralelo que ha permitido la entrada en EE. UU. de fruta mexicana que no respeta las especificaciones impuestas por el estado. "Ahora llega a EE. UU. el doble de fruta mexicana, y es de calidad muy inferior debido a que se permite que los pomelos importados de México tengan un contenido de zumo mucho más bajo", señala. "Nos preocupa que esto tenga un efecto negativo en los consumidores, que es posible que estén comprando la fruta sin saber de dónde viene, una fruta con piel gruesa y bajo contenido de zumo, y que no vuelvan a comprarla".
No obstante, la exportación de pomelo de Florida no se ha detenido. Riverfront mantendrá sus exportaciones, aunque el crecimiento en esos mercados, por ahora, está en suspenso. De hecho, este año la empresa exportará su primera fruta cultivada en el sistema CUPS.
Así pues, con la reactivación del sector en Florida, los productores saben que sus altos precios podrían ser un obstáculo. En parte, que el precio sea más elevado se debe a que el rendimiento por hectárea –a causa del enverdecimiento– ha pasado de 1.200-1.400 cajas/ha a 495 cajas/ha. "Para sobrevivir, tenemos un precio que, en comparación con otros proveedores de pomelo más económico, nos lo pone un poco difícil", reconoce Richey. Se espera que los precios de esta temporada sean los mismos, si no ligeramente superiores, en comparación con la temporada pasada, debido a la inflación en los costes.
Para más información:
Dan Richey
Riverfront Packing Company
Tel.: +1 (772) 562-4124
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