¡Suscríbase a nuestra newsletter y manténgase al día con las últimas noticias!

Suscribirse Ya soy suscriptor

Está usted usando un software que bloquea nuestros anuncios.

Ya que publicamos noticias gratuitamente, dependemos de los ingresos de nuestros banners. Por favor, le rogamos que desactive su bloqueador de anuncios y recargue la página para poder seguir visitando esta web.
¡Gracias!

Haga clic aquí para leer la guía de cómo desactivar su bloqueador de anuncios.

Sign up for our daily Newsletter and stay up to date with all the latest news!

Suscripción I am already a subscriber

El veto ruso a los alimentos occidentales se prolongará hasta 2026

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha decidido prolongar el embargo sobre los alimentos perecederos provenientes de Occidente hasta finales de 2026, una medida conocida como veto ruso y que lleva vigente desde 2014. Este miércoles, se publicó el decreto presidencial correspondiente en el portal oficial de información legal del Gobierno ruso.

Esta extensión del veto –hasta el 31 de diciembre de 2026–, que limita la importación de ciertos productos agrícolas, materias primas y alimentos de países que han impuesto sanciones a Rusia después de la anexión ilegal de Crimea en marzo de 2014, se establece con el fin de "garantizar la seguridad de la Federación Rusa", según el decreto. Las sanciones occidentales, iniciadas tras la anexión de Crimea y reforzadas debido al conflicto en Donbás y el apoyo de Moscú a las milicias prorrusas, motivaron a Rusia a responder con estas contrasanciones.

Desde su entrada en vigor en agosto de 2014, en un principio dirigido a la Unión Europea, EE.UU., Australia, Noruega y Canadá, y posteriormente extendido a Albania, Montenegro, Islandia, Liechtenstein y Ucrania, el veto afecta a productos como carnes, lácteos, pescado, verduras y frutas. En 2017, Rusia añadió a la lista cerdos vivos, subproductos y grasas animales. Además, Putin ordenó la destrucción de todos los alimentos perecederos occidentales que arribaran ilegalmente al país.

Putin ha admitido que el embargo es, en realidad, una medida proteccionista pensada para proteger el mercado agroalimentario ruso, incapaz de competir con las exportaciones occidentales. A muchos productores rusos les viene bien que se prolongue el embargo, aunque los alimentos occidentales siguen llegando, de manera clandestina y en pequeñas cantidades, a los lineales de algunas tiendas y mercados rusos.

Fuente: agrodiario.com

Fecha de publicación: