La campaña de mango español avanza con ventas lentas debido a sus altos precios de mercado, propiciados por la caída de producción. La misma ralentización de la demanda está provocando que los precios bajen.
"Si bien es cierto que la cosecha ha sido significativamente baja debido a la caída de los rendimientos, no es tan severa como la del año pasado ni tan drástica como se preveía a principios de campaña", explica Antonio Fernando Prados, gerente de la empresa malagueña Axarquía Tropical.
La alta especulación en la compra venta de mango en campo ha llevado a precios de mercado desorbitados. "Los precios han subido bastante y las ventas son lentas, tanto que incluso hay mangos en los árboles pendientes de recolectarse. De hecho, debido a esta situación, los precios están ajustándose al ritmo de la demanda", indica el productor y comercializador.
"Cuando se especula demasiado en la compra de la cosecha, se hace todo más difícil e incierto y no puede haber fluidez en los mercados ni márgenes razonables para todas las partes de la cadena. No se puede vender a precios tan altos y con la fluidez que queremos, es algo que ocurre con cualquier producto", sostiene Prados.
En estos momentos, Axarquía Tropical trabaja con mango Osteen, que espera tener disponibles hasta el fin de la primera semana de octubre para continuar con la variedad Keitt, cuyos rendimientos se ven menos afectados que los del Osteen por anomalías del clima al tener una floración más tardía y cuya oferta dispondrán hasta mediados de noviembre.
De momento, el mango español convive principalmente con el brasileño, con una diferencia notable en precios y calidad. "Este año se prevé una buena cosecha de mango Kent de Perú, lo cual hará que, probablemente, se adelante la importación respecto a campañas anteriores", avanza Antonio Fernando.
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