En la región de Brachoua, no lejos de la capital marroquí, Rabat, la producción ecológica de frutas y hortalizas está creciendo gracias al éxito de los ensayos técnicos y comerciales. El agricultor local Abdellah Akif nos cuenta su experiencia.
Akif es un urbanita jubilado que decidió volver al medio de vida ancestral de su familia, la agricultura. Así lo cuenta: "Acabo de jubilarme y buscaba algo que hacer con mi tiempo. No se me ocurrió nada mejor que empezar a cultivar una pequeña parcela de tierra familiar. Tengo que reconocer que me atrajo especialmente este sector por la reciente subida de los precios de los alimentos. Fue ante todo con el autoabastecimiento de la familia en mente, pero pronto me di cuenta de que el sector es rentable y el potencial de la región para el cultivo de productos ecológicos es muy interesante".
Este productor autodidacta ha multiplicado las pruebas: "Empecé a cultivar esta temporada. He cultivado tomates, pimientos, berenjenas, coliflores, patatas, batatas, frutos secos, hierbas aromáticas y mucho más. El suelo de la región de Brachoua es un tirs (suelo arcilloso rojo) muy fértil y productivo. Creo que aquí crece de todo. La capa freática también es muy rica y no tengo problemas de abastecimiento de agua, a pesar de que el país atraviesa, por desgracia, un largo periodo de sequía".
Akif prosigue: "Utilizo plantas internacionales rastreables para casi todas mis pruebas, al tiempo que intento conservar una variedad de maíz autóctona. En cuanto al rendimiento, estoy bastante satisfecho. Los volúmenes son suficientes para obtener rentabilidad, a pesar de que las pruebas las he hecho en una superficie pequeña. Pero, sobre todo, la calidad es excelente. No utilizo absolutamente ningún pesticida, insumo químico o industrial, salvo un abono a base de sal. Los calibres también son satisfactorios, llegando incluso a los 2 kg en el caso de las batatas".
A la hora de vender, las cosas son más complicadas, comparte Akif: "El sector ecológico aún no es mayoritario en Marruecos. Esta temporada, he vendido mis productos en el mercado local, al mismo precio que las hortalizas convencionales. También he podido vender directamente en la explotación. Sigue siendo rentable, porque con las pequeñas cantidades que tengo hoy, puedo prescindir de los intermediarios y vender directamente a los consumidores. Pero más adelante, tendré que buscar otra cosa".
El agricultor apuesta sobre todo por obtener las certificaciones necesarias para poder abastecer a los supermercados. "El único canal de venta viable son los centros de compra de los supermercados y las tiendas especializadas en productos ecológicos. Muchos productores ecológicos de la región han obtenido su certificación y ahora son proveedores habituales del retail, y les va bastante bien. Exportar también es una opción, pero aún es pronto para planteárselo", explica
"De momento, me centro en adquirir experiencia y disfrutar de mi nueva actividad. El próximo paso son los ensayos frutícolas, con la ayuda de la Fondation du Haut Atlas para el suministro de plantas, y la ampliación de mi superficie hasta alcanzar las 3 hectáreas en la próxima temporada", concluye Akif.
Para más información:
Abdellah Akif
Farm Al Mostakbal
Tel.: +212663433126
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