"Aún nos quedan por recolectar unos 20.000 kilos de clementinas tradicionales: creemos que concluiremos la venta en 15 días como máximo, y entonces empezaremos a comercializar las variedades tardías (como Hernandina, Mandalate, Tang Gold y otros cultivares autóctonos), para las que, sin embargo, estamos registrando una caída de la oferta de hasta el 50%", manifiesta Floriano Convertino, de Convif, radicada en Massafra (Taranto).
"A pesar de la polémica, de las dificultades de producción y meteorológicas, ligadas, por ejemplo, a la sequía y a unos aforos inferiores a los habituales, ha sido una campaña satisfactoria pero no excelente, durante la cual nunca hemos caído por debajo del umbral límite. En las semanas previas a Navidad, hubo precios de salida de 0,55 €/kg incluso para las producciones que no despuntaban en el aspecto cualitativo. Actualmente, estamos comprando a partir de 0,50 €/kg en árbol", continúa.
Mientras que en el centro y el sur de Italia, después del Día de Reyes, se produjo un colapso fisiológico de la demanda, debido también a las prisas por recolectar ante el temor de que el mal tiempo pudiera deteriorar la fruta, en las regiones del norte la ebullición comercial no se ha detenido, ni siquiera después de las fiestas. "Siguen llegando pedidos importantes de muchas ciudades del norte, como Rímini, Bolonia, Milán y Turín, con una diferencia de precio al alza de 0,20/0,30 euros/kg respecto a los destinos del centro y el sur. Ya la semana que viene podríamos asistir a un aumento de la demanda y de las cotizaciones. Teniendo en cuenta la tendencia de los mercados, hemos preferido dejar de exportar, porque el mercado interior puede absorber todos los volúmenes con tranquilidad", asegura Convertino.
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