Andalucía ha experimentado una reducción del 23% en la superficie destinada al cultivo de ajo en las tres últimas campañas, una caída más pronunciada que el promedio nacional, que se sitúa en un 8%, según datos de Asaja. Esta disminución se ha acentuado en la actual campaña con un descenso del 13,2%, posicionando a Andalucía, detrás de Castilla-La Mancha, como la segunda productora nacional y la comunidad autónoma con la mayor reducción en la superficie de cultivo de ajo, estimada entre 3.000 y 4.000 hectáreas.
Miguel del Pino, vicepresidente de la Mesa Nacional del Ajo de Asaja, ha identificado varias causas detrás de esta tendencia decreciente, como la falta de rentabilidad para los agricultores, dificultades en la contratación de mano de obra, aumento en los costes de arrendamiento de tierras, limitaciones en el acceso al agua y la pérdida de herramientas para el control fitosanitario. Todos estos factores han contribuido a la pérdida de competitividad del ajo andaluz en el mercado.
En particular, la provincia de Córdoba ha sufrido una notable disminución, superando el 50% en comparación con la campaña anterior, situando su superficie de cultivo muy por debajo del millar de hectáreas, una cifra significativamente menor a las 2.000 hectáreas habituales de temporadas pasadas y lejos de las 9.000 hectáreas registradas en las décadas de los 80 y 90. Por otro lado, Granada ha visto un incremento en la superficie cultivada, gracias a la disponibilidad de agua.
A pesar de las favorables condiciones meteorológicas, con lluvias en primavera y otoño, no se prevé un aumento destacado en el área cultivada para esta campaña. La incertidumbre sobre la disponibilidad de agua al momento de preparar el terreno en septiembre ha sido un factor determinante, según Del Pino.
Fuente: larazon.es