La campaña egipcia de la patata avanza con las exportaciones a los países árabes y africanos, y pronto empezará a enviar a Europa. "Las patatas nuevas se esperan con impaciencia en Europa, y estamos preparados con buenos volúmenes, calidad y precios", asegura Abdelkader Habony, de Samah for Import and Export.
Según Habony, la superficie dedicada a la patata ha aumentado considerablemente, compensando la caída del rendimiento. El productor explica: "Hemos tenido algunas dificultades con la producción, unidas a la caída cíclica de los rendimientos que se produce cada dos años. Los rendimientos han bajado de 20 toneladas por feddan a 12 de media (1 feddan = 0,42 hectáreas). Sin embargo, el sector de la patata ha atraído a muchos agricultores esta temporada. Creo que la producción no bajará de 6,5 millones de toneladas en el conjunto nacional, según la estimación más conservadora".
"Esto cubre sobradamente las necesidades del mercado interno, donde los precios son estables, por lo que no habrá problemas en el frente de la exportación", prosigue el productor. "Hemos empezado por los países de la región árabe y los mercados africanos, que prefieren las variedades producidas en suelos arcillosos. En unos días seguirán las cosechas en suelos arenosos, que se destinan sobre todo a los mercados europeos, y puedo anunciar muy buena calidad en volúmenes suficientes".
Las exportaciones a África se han visto afectadas por la disminución de las subvenciones. Habony explica que "hay menos envíos de lo habitual. El Gobierno decidió en noviembre recortar las subvenciones de estímulo a las exportaciones agrícolas, además de recortar las subvenciones al transporte específicas para el mercado africano. Esto ha desanimado a muchos exportadores que dependían de estas subvenciones".
Los exportadores tienen grandes esperanzas puestas en el inicio de las exportaciones a Europa, y parece que el viento sopla a su favor, según Habony. "Los mercados europeos esperan actualmente patatas nuevas. La producción ha bajado en casi todos los orígenes europeos, y no hay más patatas frescas, por no hablar de los problemas de calidad. Además, los precios son altos. Por ejemplo, las patatas holandesas llegan a Rumanía a 670 USD por tonelada", detalla.
"Todo apunta a una buena campaña, y Egipto ayudará a romper la escasez de patatas en todas las variedades de patata de mesa o de transformación, con precios competitivos en comparación con lo que hay actualmente en el mercado", concluye Habony.
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Abdelkader Habony
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