Con más de 40 años de trayectoria, el sector de las pasifloras en Colombia ha experimentado un crecimiento notable, destacándose en la exportación de fruta de la pasión. La estrategia de los productores se ha centrado en garantizar estabilidad en la producción, permitiendo el abastecimiento continuo de los mercados internacionales durante las 52 semanas del año.
"Nosotros exportamos alrededor de 90 toneladas semanales de fruta de la pasión, también conocida como gulupa", comenta Daniela Vesga Sourdis, analista de exportación de Ocati. En 2024, la empresa experimentó un crecimiento, impulsado por el fortalecimiento de su red de productores aliados y la demanda de frutas exóticas en el mercado internacional.
"El principal mercado de exportación es Europa, con Holanda como punto de entrada para su distribución en el continente. También se exporta a Canadá y Medio Oriente, aunque con menores volúmenes. Dependiendo del país, la demanda varía: en Francia, la fruta de la pasión se consume de manera masiva, mientras que en Italia es visto como un producto premium de nicho, utilizado en ocasiones especiales", explica Daniela.
La estacionalidad es un factor determinante en la demanda. "La temporada más fuerte ocurre entre octubre y diciembre, cuando la demanda aumenta debido a las festividades y hay menos competencia de frutas locales. En contraste, en enero, después de las festividades, la demanda cae y los precios disminuyen. Durante el verano europeo (junio-agosto), la competencia con frutas locales como duraznos y melones afecta la demanda y entramos a competir para mantenernos", comenta.
Uno de los principales desafíos para la industria es el aumento de inspecciones en los puertos europeos, lo que puede generar retrasos en la entrega de la fruta y afectar la calidad del producto. "Colombia ha sido objeto de un incremento en la rigurosidad de las inspecciones, lo que genera demoras en nuestra logística", señala Daniela.
"Para mantener su ventaja competitiva, los productores colombianos están apostando por la diversificación y el desarrollo de nuevas variedades de fruta de la pasión que se adapten mejor a las preferencias del mercado. También se trabaja en la expansión del portafolio hacia productos procesados, como frutas deshidratadas, con el objetivo de aumentar el valor agregado y ampliar el norte más allá de la exportación de fruta fresca", enfatiza la analista.
"Nuestra ventaja competitiva radica en que podemos producir estas frutas durante todo el año gracias a nuestra ubicación geográfica, a diferencia de Europa, que depende de estaciones", resalta Daniela.
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Daniela Vesga Sourdis
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