La oferta de limas que hay ahora corresponde a las últimas de la temporada pasada. "Esto significa que habrá fruta con menos vida útil, colores más claros y piel fina", dice Alfonso Sandoval, director de desarrollo de negocio y merchandiser de Limonik Produce y Limones Mónica, que también añade que el calibre está siendo más grande, de 150 y 175, y más escasa la disponibilidad en calibres pequeños.
Sin embargo, se avecina una nueva cosecha a partir de febrero. "La fruta de la nueva cosecha será cara y tendrá una disponibilidad mínima al principio", indica Sandoval. "Prevemos que, al tener volúmenes mínimos, el coste será más alto en febrero que ahora mismo".
Dar salida a las limas que quedan
De hecho, últimamente los productores habían estado esperando que las limas mexicanas alcanzaran precios más altos. Sin embargo, ahora los precios se están suavizando porque los productores se han propuesto vender las limas de la cosecha pasada antes de que maduren más, así que las han puesto más asequibles. "Una vez que los productores hagan limpieza —que predecimos que será en una o dos semanas— veremos que el precio empieza a subir y el volumen a disminuir", explica Sandoval.
Esto significa que habrá un periodo de dos semanas aproximadamente entre finales de enero y principios de febrero, durante la transición de la vieja cosecha a la nueva.
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Alex Landin
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