Lupa Pizza, de Norwich (Inglaterra), ha puesto su pizza hawaiana a 100 libras para disuadir a los clientes de pedir el controvertido ingrediente que es la piña. El copropietario, Francis Woolf, expresa su enérgica aversión a la piña en la pizza: "Detesto absolutamente la piña en la pizza". A pesar del elevado precio, el restaurante tiene a mano piña en lata, aunque ningún cliente ha hecho todavía un pedido. Esta medida ha reavivado el debate de la piña con pizza. En 2017, una encuesta reveló que al 53% de los británicos les gustaba la combinación, mientras que el 29% la consideraba una abominación.