En el pasado, la media de la superficie invernada por empresa de cultivo en los Países Bajos crecía porque las grandes empresas construían nuevos invernaderos, mientras que los productores pequeños cesaban su actividad. Sin embargo, en la última década, la tendencia ha cambiado: la ampliación se da cada vez más a raíz de fusiones de empresas de mayor tamaño, según observa Rabobank. Este fenómeno es particularmente evidente en los sectores del tomate, del pimiento y de la berenjena. En cambio, en los cultivos de pepino y fresa, las fusiones siguen siendo menos frecuentes.
El caso del tomate ilustra claramente esta evolución. En los últimos diez años, la superficie de cultivo de tomate bajo invernadero se ha mantenido en torno a las 1.700 hectáreas. Sin embargo, mientras que hace una década las diez mayores empresas del sector poseían aproximadamente 500 hectáreas (aproximadamente 30% del total), hoy en día su superficie combinada ha crecido hasta unas 850 hectáreas, lo que supone cerca del 50% de la superficie total.
El resto del sector, compuesto por unos 200 productores, también suma alrededor de 850 hectáreas, lo que pone de manifiesto que el crecimiento medio del sector se debe en gran medida a la consolidación de los diez principales actores. La tendencia de concentración mediante fusiones y adquisiciones se ha mantenido con fuerza en 2024, sin señales de desaceleración.
Fuente: Rabobank