El viernes 28 de febrero, el ciclón Garance "desfiguró" la isla de Reunión, en palabras del prefecto Patrice Latron, que el martes puso en marcha el procedimiento acelerado de catástrofes naturales. El último balance de las autoridades es de 5 muertos. Ya debilitada por el paso de Belal en enero de 2024 y 7 meses de sequía, la isla tiene que hacer frente a importantes daños materiales. Los cultivos de frutas y verduras también se han visto afectados.
© FDSEA de la isla de Reunión
Las bananas, tomates y lichis, muy afectados
La producción de caña de azúcar, que representa más de la mitad de las tierras agrícolas de la isla, ha sido "devastada", por lo que es probable que los rendimientos futuros sean históricamente bajos. Las plantaciones de bananas han quedado completamente destruidas, lo que, según la Cámara de Agricultura, supone un año de producción perdido. La producción de piña también se ha visto afectada. Los cultivos de invernadero, sobre todo tomates y fresas, también han quedado destruidos; algunos invernaderos tendrán que ser reconstruidos. Por último, la producción de lichis se ha visto "afectada en el largo plazo: los árboles gravemente dañados están condenando la producción, dejando a los productores sin ingresos durante al menos 5 años".
© FDSEA de la isla de Reunión
"Es imperativo que el Estado francés y las autoridades locales actúen rápidamente"
Aunque todavía no se han abonado algunas indemnizaciones tras el paso del ciclón Belal, la Cámara de Agricultura de Francia pide que se actúe rápidamente para hacer frente a los daños sufridos. Los productores necesitan ayuda logística y económica para restaurar las parcelas y las infraestructuras, así como procedimientos de indemnización más rápidos. Sébastien Windsor, presidente de la Cámara de Agricultura de Francia, que visitó el lugar para comprobar la magnitud de los daños, junto con Olivier Fontaine, presidente de la Cámara de Agricultura de la Reunión, declaró: "Una situación extraordinaria requiere de ayudas extraordinarias. Es imperativo que el Estado francés y las autoridades locales se movilicen rápidamente para prestar apoyo a los agricultores de la Reunión. Las pérdidas son considerables y, sin un respaldo firme y rápido, está en juego el futuro de estos hombres y mujeres que trabajan incansablemente por el desarrollo de este departamento. Además, también está en juego el futuro de los sectores y los empleos que esta región tanto necesita".
Por su parte, la FNSEA pide al Gobierno francés que desbloquee un fondo de emergencia "para hacer frente a esta catástrofe, así como a todas las calamidades pasadas", y afirma que "hará todo lo posible para movilizar a los poderes públicos a fin de proporcionar a los agricultores de la Reunión la liquidez necesaria para relanzar la producción".