Aunque la medida de un arancel del 25% a las exportaciones mexicanas de aguacate hacia Estados Unidos fue suspendida temporalmente el 6 de marzo de 2025 tras solo tres días en vigencia, productores y exportadores han expresado su preocupación ante la posibilidad de que se convierta en una política permanente.
De acuerdo con Salvador Miranda Aguilar, representante de Grupo Sanell, la incertidumbre provocada por los aranceles llevó a una pausa en los envíos a Estados Unidos. "Casi la mayoría detuvo los cortes porque no sabíamos cómo afectaría el precio final. Los productores y empacadores estaban en espera de renegociar términos con los compradores estadounidenses", comentó.
Previo a la aplicación de los aranceles, el mercado de exportación de aguacate a EE UU. ofrecía precios aproximadamente 10 a 15 pesos mexicanos más altos que el mercado nacional. Sin embargo, con la nueva tarifa del 25%, el margen de ganancia se redujo significativamente, forzando a los exportadores a reconsiderar sus estrategias de venta y distribución.
Para facilitar la comparación con otros mercados, se estima un tipo de cambio de 20 pesos mexicanos por dólar. En el mercado nacional, el aguacate se paga alrededor de 30 pesos mexicanos por kilo, mientras que los cortes de mayor tamaño (150 gramos o más) pueden alcanzar entre 45 y 50 pesos mexicanos por kilo.
El sector aguacatero mexicano enfrenta una lucha significativa debido a su alta dependencia del mercado estadounidense. "Aunque Grupo Sanell ha apostado por diversificar mercados, Estados Unidos sigue siendo un regulador de precios. Si allá pagan alto, eso mueve todo el mercado", explicó Salvador.
Ante el riesgo de que los aranceles se vuelvan permanentes, los exportadores buscan nuevas oportunidades en mercados alternativos como Europa y Medio Oriente, donde actualmente no se aplican aranceles. No obstante, la distancia y los costos logísticos representan un desafío en comparación con la cercanía geográfica y las ventajas del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
El gobierno estadounidense ha anunciado que la decisión sobre la permanencia de los aranceles se revisará en un mes (2 de abril del 2025), lo que deja a la industria en una posición de incertidumbre. Mientras tanto, los productores mexicanos analizan estrategias para absorber el impacto de posibles restricciones comerciales, explorando mecanismos de diversificación de mercados y ajustes en la producción para mantener la competitividad.
La producción de aguacate en México se mantiene en crecimiento, y las expectativas para la próxima temporada son favorables en términos de calidad y volumen. Sin embargo, si los aranceles se mantienen, los precios podrían volverse más volátiles y afectar tanto a exportadores como a consumidores en ambos países.
El sector aguacatero mexicano seguirá de cerca la evolución de esta medida comercial, confiando en que se mantengan las condiciones de libre comercio que han facilitado el desarrollo de la industria.
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Salvador Miranda Aguilar
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