La crisis de los contenedores de cerezas chilenas retenidos en el puerto de Nansha, China, ha alcanzado su desenlace: las autoridades chinas han decidido que toda la fruta en los 1.300 contenedores, afectados por problemas logísticos y de calidad, será destruida. El proceso comenzará esta semana, según fuentes relacionadas con la operación.
Ocho empresas especializadas en la destrucción de productos perecederos han sido seleccionadas para ejecutar la tarea. Estas compañías poseen la infraestructura y autorizaciones necesarias para manejar la disposición de la mercadería conforme a las regulaciones sanitarias de China. Sin embargo, no se ha detallado oficialmente la ubicación de los puntos de destrucción.
Los contenedores permanecen bajo custodia en el puerto, donde han sido inspeccionados únicamente por agentes de aduana chinos. No se ha permitido el acceso a más personal hasta que la mercancía sea trasladada a los puntos de destrucción designados. Fuentes del sector confirmaron que importadores chilenos han solicitado inspecciones independientes antes de la eliminación de la carga. "Una compañía chilena nos ha pedido que inspeccionemos los 23 contenedores que ellos exportaron en la nave Maersk Saltoro, además de realizar el peritaje oficial para el seguro", explicó un operador logístico involucrado.
El procedimiento seguirá un protocolo estricto: una vez liberado un contenedor, será transportado por camión a un centro de destrucción asignado. Allí, los inspectores de las compañías y peritos de seguros podrán examinar la carga antes de su eliminación. Aunque el tiempo exacto para destruir toda la fruta es incierto, las fuentes indican que las primeras unidades comenzarán a salir del puerto en los próximos días. "Ya nos están consultando quiénes serán los inspectores a cargo de la revisión. Es probable que la liberación de los contenedores inicie a partir de hoy lunes", agregaron las fuentes.
El incidente pone de relieve los desafíos logísticos y de calidad que enfrenta la industria al abastecer los mercados asiáticos. Los involucrados continúan en contacto con las autoridades y empresas chinas responsables de la destrucción para coordinar cada paso del operativo.
El buque Maersk Saltoro zarpó del puerto de San Antonio, Chile, el 27 de diciembre de 2024, transportando 1.353 contenedores refrigerados con cerezas chilenas, con destino a Nansha, China. Tras una avería que lo dejó a la deriva 23 días, llegó a destino el 17 de febrero de 2025. Desde su salida hasta la llegada a China, transcurrieron 52 días, y los contenedores estuvieron varados otros 21 días a la espera de decisiones del organismo sanitario chino.
En cuanto al cobro del seguro, influyen varios factores, pero, en general, el proceso puede tardar entre 30 y 90 días, aunque en situaciones más complejas podría extenderse hasta seis meses o más. En este caso, los 1.300 contenedores de cerezas deben ser inspeccionados y certificados como pérdida total antes de la destrucción. Esto puede demorar días o semanas dependiendo de la rapidez de las autoridades y los surveyors.
Fuente: mnews.com.ar