Para la firma holandesa De Terp Squashpackers, los productos de IV gama aportan un claro valor añadido. "Los dados de calabaza para sopa y las rodajas para horno o barbacoa nos permiten ofrecer a los consumidores un poco más de comodidad en este segmento". Las ventas de calabaza fresca se mantienen bastante estables, pero sigue habiendo margen de mejora en el segmento de los productos de IV gama", afirma Rinke Robbers en nombre de este productor y transformador holandés de calabaza ecológica.
Después de que la empresa perdiera cuatro almacenes y un edificio en un incendio en 2022, De Terp no tardó en recuperarse e invirtió en unas nuevas instalaciones con zona de procesado. "Ya suministrábamos calabazas sin pepitas y ahora estamos apostando también por los dados y rodajas, tanto en envases pequeños para clientes en el retail como a granel para la hostelería y la industria".
"La mayoría de los supermercados quieren los cubos para sopa en bolsas de 400 gramos. Estos tienen una vida útil de nueve días tras el proceso de producción, incluso sin aditivos. Las bolsas están hechas de monofoil (preimpreso), y tanto estas como la etiqueta son reciclables. También comercializamos nuestra propia marca de calabazas en rodajas y dados, que podemos ofrecer con marca blanca", explica Rinke.
La variedad elegida es vital para poder ofrecer un producto sabroso y de alta calidad, por eso esta empresa trabaja exclusivamente con Flexi Kuri F1. "Es la variedad estrella en el mundo de la calabaza. Otros productores tanto en el hemisferio norte como el sur también la cultivan. Con el suministro de nuestros productores asociados y la selección adecuada de calabazas, podemos procesar unos 700 kilos de producto neto por hora durante todo el año".
Según Rinke, la calabaza de invierno tiene ahora el doble de carne que hace diez años gracias a mejoras genéticas. "Tiene menos corazón y más carne y eso es una ganancia neta", afirma. "La mayor parte del trabajo en nuestra zona de procesado se centra en el vaciado de las calabazas. El resto de tareas están casi totalmente automatizadas". Como producto de alta calidad, las calabazas naranjas de De Terp tienen que competir con las llamadas "gangas por kilo", sobre todo de otras variedades, como la calabaza Butternut. Estas ofrecen un mayor rendimiento medio en el campo pero, según Rinke, no tienen un sabor tan bueno como las calabazas de invierno.
Cambio a las importaciones
La empresa está ahora mismo muy ocupada con las importaciones. "El producto sudafricano está llegando sin problemas y hay suficiente oferta disponible. El clima de ese país es muy adecuado para el cultivo de calabazas, pero hay que tener cuidado con el calor, que puede provocar quemaduras solares", advierte Rinke. "Nueva Zelanda es otro actor importante, pero sus costes son elevados".
"Argentina y Egipto tienden a producir productos de menor calidad con una vida útil más corta. Tampoco logran obtener el sabor que buscamos. Esto tiene mucho que ver con las condiciones de cultivo en esos países, que son bastante cálidas y secas. En el Mediterráneo, nuestras calabazas proceden de España. Marruecos está tradicionalmente más enfocada en Francia", concluye Rinke.
Para más información:
De Terp Squash Only
Tel.: +31 (0)6 22324470
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www.deterpsquashpackers.nl