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Lavhengwa Nemaorani, de Muka Tangi Farm (Sudáfrica):

"Soy el ejemplo de que el desarrollo rural sí funciona"

Las naranjas egipcias de la variedad Valencia son muy pequeñas y esto supone una oportunidad para los exportadores sudafricanos de naranjas tempranas. "Todo el mundo es muy optimista; muchos agricultores están convencidos de que será un buen año", afirma Lavhengwa Nemaorani, de Muka Tangi Farm, antes conocida como Easy Farm, en el pueblo de Tshivhilwi, cerca de Thohoyandou, en la provincia de Limpopo (Sudáfrica). En poco más de doscientas hectáreas cultiva 120 hectáreas de cítricos y 21 hectáreas de bananas, y tiene planes para añadir otras 53 hectáreas de cítricos. Sus Nadorcott aún no están en edad de producir.

Comenta que sus primeras Navel estuvieron listas a principios de este año y alcanzaron buenos tamaños, y que decidieron no exportarlas, sino centrarse en el mercado nacional suministrando a Freshmark.

El año pasado fue una campaña de naranjas atípica. Por primera vez, no se envasó ni una sola caja para comercialización en fresco, sino que todas sus Navel y Valencia se destinaron a la producción de zumo. "En este momento, aún no sabemos cuál va a ser el precio del zumo, así que para ir sobre seguro decidí destinar mis naranjas al mercado local".

Mientras asistía a la reciente cumbre bianual sobre cítricos, Nemaorani tuvo la oportunidad de visitar proyectos citrícolas para agricultores emergentes en el municipio de Sunday's River Valley. Esto le llevó a la conclusión de que era "más que posible llevar a cabo ese tipo de proyectos en esta parte del mundo".


Lavhengwa Nemaorani, de Muka Tangi Farm (antes conocida como Easy Farm). El nombre de la explotación es una contracción de Mukanda y Tangi, los nombres de sus padres.

El difunto padre de Nemaorani, Israel Mukanda Nemaorani, era miembro de la junta directiva de la Asociación de Productores de Cítricos. A día de hoy, Nemaorani sigue siendo el único agricultor comercial de la zona en la explotación que su padre compró en 1989, pero no quiere que esto siga siendo así. No tener a nadie con quien hablar de lo que hay en los campos, o colaborar con las entregas, u obtener información sobre los últimos requisitos para el envasado de la fruta, es una desventaja.

"Tengo que conducir hasta Letsitele o Tzaneen para informarme. Tengo que confiar en agricultores que están a 250 km, porque no hay una comunidad agrícola a mi alrededor". El productor añade: "De por sí, el hecho de que mi explotación haya podido sobrevivir desde 1989 hasta 2025 ya nos dice algo. La lectura que debería sacar el gobierno es que aquí hay potencial". Cítricos, aguacates, bananas... muchos cultivos funcionarían bien aquí. Hay agua y un clima perfecto".


Nueva plantación de Nadorcott de Muka Tangi Farm.

"Las explotaciones tienen que dirigirlas alguien que sepa lo que hace"
Nemaorani está convencido de que en Venda hay pequeños agricultores y familias de agricultores con la ambición y la disposición necesarias para tener éxito comercial, además de agua abundante y un clima muy favorable. Pero, al igual que él, carecen de suficiente capital operativo y de inversión.

Por otra parte, hay explotaciones, sobre todo en el distrito de Levubu, cuya propiedad ha cambiado de manos en los últimos treinta años en el marco de programas de restitución de tierras, pasando normalmente de la propiedad privada de los blancos a la propiedad comunal de los negros; un modelo colectivista impulsado durante muchos años por el gobierno, pero fundamentalmente fallido, en su opinión. No conoce ni una sola explotación que haya tenido éxito tras la llamada "reforma agraria".

"Nadie hace nada en las fincas comunitarias. No se puede tener una comunidad a cargo de un proyecto agrícola, dado que no a todo el mundo le interesa la agricultura. Puede ser un proyecto de propiedad comunitaria, pero no lo puede gestionar una comunidad. Tiene que dirigirlo alguien que sepa lo que hace", asegura.



Dado su aislamiento de otros agricultores comerciales, reconoce las ventajas de un modelo cooperativo que englobe a un grupo de agricultores independientes que puedan apoyarse mutuamente, tanto en términos físicos, como, por ejemplo, con el uso compartido de equipamiento, como a la hora de mantenerse al día de cualquier cambio en las normativas de exportación. "El modelo debe ser muy estricto. Quien participe debe dedicarse a ello al 100% y no trabajar también de médico en Johannesburgo".

Un almacén anticuado hace perder oportunidades
En Muka Tangi Farm, el almacén de cítricos sigue funcionando con un anticuado sistema de cuerda y polea. Nemaorani confiesa que en un mes envasa lo que otros agricultores comerciales son capaces de envasar en una semana. Toda la clasificación sigue haciéndose a ojo.



La mancha negra de los cítricos, la falsa polilla, la mosca de la fruta..., hay todo tipo de problemas con los que lidiar, así que tiene que acudir todos los días a los campos, y si se detecta cualquier síntoma, los lotes ya no se envían a la Unión Europea. "En los campos buenos sí nos arriesgamos a enviar la fruta a Europa. En dichos casos, ralentizamos el ritmo de la línea de envasado y ponemos a más gente en las mesas de preclasificación".

Muchas veces, ha tenido que renunciar a oportunidades por las limitaciones de la planta de envasado. "Por ejemplo, oportunidades en China, que demanda fruta de primera clase sin ninguna mancha. No puedo depender del ojo humano para envasar una fruta así y, por tanto, evito trabajar con China, que es un mercado muy lucrativo".

Necesita inversiones en su almacén de envasado, pero Muka Tangi Farm ya tiene todo lo demás. "Llevo años dedicándome a esto. Estoy en una buena posición para demostrar que el desarrollo rural funciona. Espero que algún día el gobierno venga y reconozca la enorme cantidad de trabajo que estamos haciendo".

El baobab (centro) está protegido y es venerado por sus frutos; Nemaorani tiene seis de estos gigantes en la explotación.

Para más información:
Lavhengwa Nemaorani
Muka Tangi Farm
[email protected]