Florida está experimentando más días calurosos y seguirá haciéndolo. Esa es la conclusión de un reciente estudio, "Exceedance probability model for predicting the frequency of summer hot day patterns and temperature variability in Florida", publicado el mes pasado en Science Direct.
El estudio analizó 28 estaciones meteorológicas de Florida entre 1959 y 2022 y determinó algunas conclusiones clave. "Por término medio, el número de días extremadamente calurosos —definidos estadísticamente como días por encima de los 33 grados centígrados— va a aumentar en 2,5 días/década de media en todo el estado", afirma Golmar Golmohammadi, directora del estudio.
También se prevé que el calor dure más y sea más intenso, de modo que, a medida que aumente la temperatura media, habrá menos variabilidad en las temperaturas diarias durante el verano. "El calor extremo ya no es solo ocasional; se mantiene durante más tiempo, lo que lo hace más peligroso para las personas, los animales y los cultivos", sostiene Golmohammadi.
Pequeños cambios con grandes resultados
Los pequeños cambios de temperatura también tendrán grandes repercusiones en el número de días calurosos. Según la investigación, un aumento de dos grados en la temperatura estival puede provocar hasta 30 días más de calor en algunas de las estaciones estudiadas.
Golmohammadi también descubrió diferencias regionales en el estado. "El norte y el centro de Florida registran el aumento más rápido de la temperatura media. El centro, el interior y el oeste del estado están experimentando aumentos más acusados en el número de días calurosos", añade.
Golmohammadi afirma que el calor extremo en Florida ya no es solo ocasional. Fotos cortesía de UF/IFAS photography.
¿Qué implica esto para los agricultores de Florida? Sin duda, el entorno de cultivo está cambiando y seguirá haciéndolo, y los agricultores tendrán que contar cada vez más con un calor extremo más frecuente y prolongado en el futuro. "Un mayor número de días calurosos y unos días calurosos que duren más tiempo pueden afectar seriamente a la salud de los cultivos, a su rendimiento y a su calidad", asegura la investigadora.
Planificación
Para seguir cultivando, la agricultura de Florida necesita más planificación. "Ser proactivo ahora se traducirá en resiliencia en el futuro", dice Golmohammadi, y añade que los datos solo tienen una entrada clave —la temperatura máxima media diaria—, por lo que este modelo puede adaptarse a las condiciones locales y ayudar a tomar decisiones cuando los datos son limitados.
"Es posible que los agricultores tengan que replantearse qué cultivan, cuándo plantan y cómo gestionan los cultivos. Es posible que la selección de cultivos tenga que cambiar en función de la zona, y que algunos cultivos sensibles al calor no funcionen bien con 20 o 30 días más de calor por verano", apunta. "Es probable que aumente la necesidad de riego, porque a medida que suba la temperatura aumentarán las tasas de evaporación. Eso supone una presión adicional sobre unos recursos hídricos ya de por sí limitados".
Sin embargo, dice que el estudio trata sobre el clima y la resistencia de Florida. "Los agricultores pueden tomar decisiones más inteligentes desde el punto de vista climático basándose en este tipo de estudios", manifiesta.
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Brad Buck
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