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Emirhan Şahinöz, de Poleks (Turquía):

"En algunas de nuestras parcelas de mayor altitud, hemos perdido hasta un 50-70% del rendimiento potencial de las cerezas"

Según Emirhan Şahinöz, jefe de operaciones de exportación de Poleks, tanto los campos turcos de cerezas como los de manzanas de la parte occidental de Turquía han sufrido: "Esta primavera ha sido especialmente dura. De principios a mediados de abril, sufrimos heladas severas y repentinas en muchas partes del oeste de Turquía, especialmente en regiones de mayor altitud como Salihli, Isparta y Afyonkarahisar. En nuestros campos de cerezos de Manisa y de manzanos de Tekirdağ, las temperaturas bajaron hasta niveles de entre -4 °C y -7 °C en plena floración, que es una fase extremadamente sensible para ambos cultivos. Las heladas se produjeron tras un periodo inusualmente cálido que adelantó el desarrollo fenológico de los árboles y los dejó más vulnerables".

Según Şahinöz, algunos de los campos de cerezos han sufrido pérdidas de hasta el 70%. "Las heladas causaron daños importantes en las variedades tempranas y de media estación. En algunas de nuestras parcelas de mayor altitud, hemos perdido hasta el 50%-70% de los rendimientos potenciales. Las parcelas de menor altitud, con variedades de floración más tardía, se vieron menos afectados, aunque no quedaron intactos. Se ha observado pardeamiento de las flores, pérdida de cuajado y, en algunas zonas, daños en los frutos en desarrollo. Prevemos que el rendimiento total de los campos será notablemente inferior a la media este año".

Şahinöz subraya que las heladas darán lugar a una cosecha desigual en las distintas regiones, lo que complicará las exportaciones. "Sin lugar a dudas, el tiempo se va a notar mucho en las exportaciones de cerezas turcas este año. Aunque parezca aún que hay buenos volúmenes nacionales de exportación porque se da prioridad a las cerezas de calidad exportadora, la helada va a traducirse en una cosecha más fragmentada y desigual entre las distintas regiones, lo cual puede complicar la planificación de la cosecha, aumentar los costes y reducir la disponibilidad. Como los productores y exportadores persiguen obtener los mayores rendimientos posibles, podría haber dificultades para cumplir los compromisos de volumen con los compradores internacionales, a menos que las condiciones meteorológicas se estabilicen en el resto de zonas productoras".

Dada la menor producción, los exportadores podrían verse obligados a reducir la gama de sus destinos de exportación, explica Şahinöz. "Exportamos principalmente a mercados europeos, como Alemania, Países Bajos, Escandinavia y, cada vez más, Reino Unido. Estos mercados demandan fruta de primera calidad, de gran tamaño y con una larga vida útil. Dada la situación actual, es probable que tengamos que aumentar la colaboración con otros productores para consolidar volúmenes aptos para la exportación y puede que reduzcamos la gama de destinos en favor de nuestros compradores más constantes y con mayores márgenes. Si el volumen es insuficiente, nos plantearemos reforzar nuestras colaboraciones con el retail nacional".

La expectativa de que aumenten los precios de la cereza es muy real, incluso en el mercado nacional, afirma Şahinöz. "Dado que se prevé un descenso de la producción nacional, es casi seguro que los precios de la cereza suban. Es probable que la fruta de calidad de exportación tenga un precio superior, pero incluso las cerezas de segunda calidad experimentarán un aumento de la demanda. Dicho esto, los costes logísticos, las fluctuaciones de calidad y la necesidad de satisfacer la demanda de los supermercados y mayoristas nacionales desplazarán una mayor parte de la oferta hacia el mercado local. Los precios en los mercados mayoristas nacionales podrían aumentar entre un 30% y un 50%, según la región y la variedad".

"Esperamos una temporada de cerezas más corta y difícil. Los rendimientos han bajado y será más difícil conseguir una calidad constante. Tendremos que ser más selectivos durante la cosecha, y la productividad laboral puede bajar. Sin embargo, los precios deberían mantenerse fuertes y, con una planificación cuidadosa, esperamos proteger nuestra rentabilidad. Este año nos centraremos sobre todo en minimizar los desperdicios, cumplir los contratos prioritarios y mantener la calidad de la fruta en condiciones de mayor estrés. La flexibilidad estratégica será clave", concluye Şahinöz.

Para más información:
Emirhan Şahinöz
Poleks
[email protected]
www.poleksgida.com.tr