El bufete de abogados Marler Clark ha presentado tres demandas contra Taylor Farms debido a un brote de E. coli que tenía como origen la lechuga romana. Taylor Farms ha respondido que su producto no fue la fuente del brote de 2024. "Llevamos a cabo extensas pruebas en productos crudos y terminados sin que se hallara evidencia de contaminación. Cualquier información que relacione los productos de Taylor Farms con estas angustiosas enfermedades es peligrosa, irresponsable e injusta para las familias afectadas", afirma la empresa en un comunicado. La empresa está estudiando todas las acciones legales posibles para defenderse.
"Todas nuestras verduras de hoja verde se someten a un estricto programa de muestreo y pruebas de patógenos y se procesan en una instalación de última generación que utiliza la última tecnología innovadora disponible y los sistemas de lavado más avanzados de la industria verificados por el USDA", subraya. La empresa también invierte mucho en investigación, innovación y mejoras de su programa de seguridad alimentaria, con el apoyo de asociaciones y certificaciones de terceros, como la auditoría de Buenas Prácticas Agrícolas (GFSI), Primus, SQF, CFS y LGMA.
Frank Yiannas, de Smarter FY Solutions, comenta: "Si la FDA careciera de pruebas científicas suficientes para identificar públicamente a una explotación o empresa, lo lógico sería no señalar a ninguna empresa, ya que identificar o implicar incorrectamente a un alimento o empresa sin pruebas suficientes sería imprudente, perjudicaría injustamente el medio de vida de un agricultor o productor y, a largo plazo, haría más mal que bien a la confianza en la FDA estadounidense y en el sistema alimentario en general".
Para más información:
Rachel Molatore
Taylor Fresh Foods, Inc.
[email protected]
www.taylorfarms.com