La campaña de melón y sandía española arrancará con volúmenes inferiores debido al impacto de las abundantes precipitaciones en marzo, aunque se espera una oferta normal a partir de julio.
El consumo de melón Galia no para de crecer gracias a la apuesta por el sabor tradicional, mientras que la sandía le gana terreno a melones como el tradicional Piel de Sapo. Además, los formatos más pequeños se van imponiendo para alcanzar a un mayor número de consumidores. Así lo cuenta Miguel Ángel Jiménez, CEO de Jimbofresh International.
"Las lluvias sufridas en marzo nos han obligado a variar sensiblemente nuestros programas de plantación", explica Miguel Ángel. "En consecuencia, tendremos un mes de junio con una disponibilidad limitada, para atender una demanda normal del mercado, sin excedentes, y un mes de julio con una muy buena oferta de fruta, momento de atender las acciones que planeemos con nuestros clientes".
Jimbofresh empieza la producción de melón y sandía en mayo, en cultivo bajo plástico, y termina a mediados de septiembre al aire libre. Sus principales zonas de producción son, por orden en el calendario de cosecha: Marruecos, el norte de Almería, el Campo de Cartagena, el norte de Murcia, Albacete y Castilla-La Mancha.
Las primeras cosechas de producto nacional vienen para principio de junio. "Estimamos el pistoletazo de inicio para el lunes día 2 de junio. Todo indica que la fruta tendrá una alta calidad ya que las plantas presentan un alto nivel sanitario", afirma Miguel Ángel.
La compañía trabaja con una amplia gama en melones y sandías. "Para nosotros es esencial nuestro departamento de I+D+i. Vivimos en un cambio constante, donde el 'nuevo consumidor' tiene unas preferencias y prioridades muy diferentes y tenemos que ser capaces de satisfacérselas. Sabor, textura, procedencia, forma de cultivo, emisión de CO₂ , economía circular, formatos, kilómetro cero… Todos ellos son prioritarios y conviven al unísono", destaca Miguel Ángel. "Es el momento de incorporar a nuestros sistemas productivos la inteligencia artificial, nos hará mejores y más eficientes".
En melones, Jimbofresh supera el millar de hectáreas, siendo el principal productor de melón Galia tradicional del mundo con cerca de 600 hectáreas. De acuerdo con su CEO, su marca Jimbee es su filosofía de trabajo. "Todo bajo este nombre da sentido a lo que hacemos. El aumento de consumo de Galia en los últimos años es la mejor prueba para valorar muy positivamente que, cuando al consumidor se le da lo que espera, el resultado es impresionante. El cambio de cultivar Galia larga vida a tradicional ha producido una transformación en el mercado con incrementos de consumo anuales a doble dígito".
"El 'nuevo consumidor' ha incorporado el melón Galia a su cesta de la compra con alegría y contundencia y estamos seguros de que, en poco tiempo, desplazará a otras frutas por su alta calidad y todo lo que aporta", sostiene Miguel Ángel.
"También producimos melones Cantaloupe y amarillo, cada vez más reconocidos en el mercado y, por supuesto, nuestras especialidades, Waikiki, Maui, Crocky y Lililup, tipologías novedosas que enamoran por donde pasan", añade.
La sandía le gana terreno al Piel de Sapo
La sandía es un cultivo de peso para Jimbofresh, con más de 50.000 toneladas de producción, estando en el ranking de las principales productoras de España.
"El consumo de sandía ha dado la vuelta, principalmente por las expectativas. En sandía se ha hecho un trabajo muy bueno a nivel genético, de comunicación y, sobre todo, en formatos y variedades", destaca Miguel Ángel Jiménez.
"La revolución llegó con la sandía sin pepitas. Aquí observamos otra vez como, cuando al consumidor se le da una alternativa mejor a lo que tiene y, además, con contundencia, normalmente se viraliza", señala.
Continúa creciendo el consumo de unidades más pequeñas
El consumo tiende a dirigirse cada vez más a melones y sandías de menor tamaño. "Los hogares están habitados cada vez por menos personas. Además, los melones y sandías de gran tamaño se hacen inviables por dos motivos: son difíciles de almacenar en el refrigerador y aumenta su desperdicio. Esto sin olvidar que limitan la alternativa al consumo de otras frutas mientras que no se gaste la ya comprada, creando frustración y no satisfaciendo las expectativas", expone Miguel Ángel Jiménez.
Por tanto, las unidades de consumo más pequeñas y portables hacen que se creen más momentos de consumo. "Hoy en día no solo comemos fruta por salud, sino por la experiencia de hacerlo, y tiene que ser donde más nos convenga hacerlo. Si lo limitamos solo a comerla en casa, con un cuchillo en la cocina estaremos dejando fuera de la ecuación a muchos consumidores", indica.
Para más información:
Miguel Ángel Jiménez
JimboFresh International SL
Calle Mina de la Buena Suerte, 1
La Unión, 30360, Cartagena (España)
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