La producción de fruta de hueso en Moldavia se ha visto fuertemente afectada por dos episodios de heladas que han dañado el rendimiento potencial de esta temporada, de acuerdo con Stefan Pislaru, director comercial del exportador moldavo StarAgro Group. "En abril de 2025, en Moldavia se produjeron dos heladas graves que causaron daños sustanciales a los cultivos frutales en todo el país. El 11 de abril, las temperaturas bajaron hasta -6 °C en las regiones septentrionales, y los informes nacionales indican que entre el 30% y el 100% de las cosechas de albaricoques y cerezas se vieron comprometidas en varias zonas. En StarAgro Group, registramos una mínima de -3,24 °C durante la primera helada, que tuvo un grave impacto en nuestra producción. La segunda, el 28 de abril, alcanzó solo 0,12 °C en nuestros campos y, afortunadamente, no causó daños adicionales".
Según Pislaru, StarAgro perdió cerca de la mitad de su producción de albaricoques durante el primer episodio de heladas. "La primera helada afectó directamente a las variedades que estaban en plena floración. Como resultado, sufrimos una pérdida del 50% en nuestra producción de albaricoques y aproximadamente una merma del 30% en la de cerezas. Los daños fueron especialmente evidentes en variedades sensibles como Kordia, Skeena, Zirat, Stella y Red Pacific. Kordia fue la más afectada. Mientras tanto, otras variedades como Regina, Rocket, Frisco, Black Star, Early Star, Grace Star, Ferrovia y Red Giant mostraron una resistencia mucho mayor. Cabe destacar que Nimba y Samba no se vieron afectadas y están mostrando rendimientos más elevados que en años anteriores".
Aunque las cerezas no se vieron tan afectadas como los albaricoques, también han sufrido pérdidas significativas, apunta Pislaru. "En conjunto, la producción de cerezas será inferior a lo previsto. Aunque algunas variedades no se han visto afectadas y evolucionan bien, la pérdida del 30% en otras, sobre todo en variedades de primera calidad como Kordia, supone que los volúmenes totales no vayan a alcanzar nuestras previsiones de principios de temporada. Será un año difícil, y nos estamos centrando en optimizar la calidad y la comercialización de la cosecha que ha quedado".
Pislaru subraya que no solo las exportaciones se verán afectadas por la situación actual, sino también el mercado interior. "Es probable que los menores rendimientos ejerzan presión tanto en los canales nacionales como en los de exportación. Daremos prioridad a nuestros contratos de exportación, lo que podría limitar la disponibilidad en el mercado local. Dicho esto, el rendimiento de ciertas variedades no afectadas nos da cierto margen para sortear la situación, aunque no sin dificultades".
"Esta temporada será, sin duda, más difícil de lo esperado. Las pérdidas ocasionadas por las heladas, sobre todo en albaricoques y algunas variedades de cereza, nos han obligado a revisar nuestras perspectivas. Sin embargo, el buen estado de algunos cultivares y nuestra diversificada cartera ofrecen cierto alivio. Aunque es posible que no alcancemos los objetivos de crecimiento que nos fijamos a principios de año, estamos centrados en mantener nuestros estándares y cumplir nuestras obligaciones más importantes con el mercado", concluye Pislaru.
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Stefan Pislaru
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