Los niveles de precios del plátano de Canarias en estos momentos reflejan la situación de presión que existe en su oferta. "Desde las primeras semanas del año se empezó a advertir desde origen que esta situación iba a llegar, y fue desde mitad del mes de febrero cuando empezó a notarse esta presión en la oferta del producto", explica Pascual García Bernal, de Displafruit. "Aunque el qué lo ha provocado necesitaría un exhaustivo análisis, bajo mi punto de vista podríamos resumirlo en los siguientes puntos".
"En primer lugar, se encuentran los factores meteorológicos", prosigue. "Este año, las plantaciones de plátano en Canarias han sufrido daños debido a condiciones meteorológicas adversas. Un invierno anómalo con noches especialmente frías ha ralentizado el crecimiento de las nuevas pariciones y de las piñas de plátano. Además, desde diciembre ha habido varios escenarios de fuertes vientos que destrozaron numerosas plataneras e invernaderos en las islas, lo que reduce la oferta de producto en el mercado y especialmente la calidad del mismo".
"De forma paralela a la situación que estamos atravesando en el sector del plátano, aunque la banana importada desde Centroamérica y África occidental sigue comiéndole terreno al plátano en el mercado como producto sustitutivo, también ha reducido su presencia en el mercado por diversos motivos coyunturales, lo que ha reforzado la posición del plátano de Canarias y ha contribuido a la subida de precios", explica Pascual.
Destaca que "también hay que tener en cuenta los costes de producción. Los agricultores están recibiendo precios más altos por su producto, lo que refleja también un aumento en los costes de producción y comercialización para todos los componentes de la cadena de montaje y suministro implicados".
"Por último, hay que señalar que, a pesar de la escalada de precios sufrida, la demanda de plátano de Canarias sigue siendo alta, lo que, combinado con la menor oferta, ha llevado a un aumento constante en los precios", apunta.
"La falta de volumen de producción se podría alargar hasta los meses de verano"
De hecho, un nuevo repunte situó el precio del plátano en origen a finales de abril un 179,2% por encima de la media de las cinco últimas campañas.
"Para DisplaFruit, el plátano es el producto más importante, representa más del 60% del volumen del negocio, por lo que, como es comprensible, la situación actual es muy complicada para nosotros por tener que lidiar con el desequilibrio actual del mercado, con unos volúmenes tan reducidos en origen y a la vez teniendo que atender los compromisos con nuestros clientes. Esto genera una presión brutal", asegura el experto.
"Es cierto que hay diversos factores que han coincidido para que se dé la situación actual, pero a pesar de que desde origen se comenta que la falta de volumen de producción se puede alargar hasta los meses de verano, no tengo tan claro que la mayoría de los hogares de este país y su economía estén dispuestos a soportar estos precios mucho tiempo", advierte.
"Por un lado, vemos que la demanda de plátano sigue siendo alta en España. A pesar de los precios actuales, muchos consumidores son fieles al plátano de Canarias", remarca. "Es un producto nuestro, de cercanía, y lo sentimos como tal. En muchos consumidores el acto de comprar plátano de canarias IGP es un hábito; su sabor dulce y textura característica, así como la seguridad alimentaria y la garantía de cumplir con los derechos laborales que ofrece un producto producido en la UE, son las claves del éxito del plátano".
"Pero por otro lado, la banana que llega de terceros países está ganando cuota de mercado debido a la diferencia de precio con el plátano, que ya cuesta más del doble, y esta cuota va a costar mucho de recuperar cuando los precios del plátano se suavicen porque habrá consumidores que no vuelvan a comprar plátano y se queden con la banana", reconoce Pascual.
Preocupación por las oscilaciones de los últimos años en el mercado del plátano
"Las oscilaciones tan bruscas que se están generando en los últimos años en el mercado del plátano, tanto por exceso como defecto en la oferta, preocupan; y considero que esa falta de estabilidad le hace un flaco favor al futuro del producto", dice Pascual.
"Sin embargo, igualmente creo que, aunque la oferta aumente —que llegará el momento en que ocurra— y la presión y los precios disminuyan, no vamos a volver a los niveles de años anteriores de precios derrumbados", continúa.
"Creo que los productos hortofrutícolas 'baratos' no van a volver. Hay una nueva realidad y es que llevamos unos años donde los costes de producción de todos los intervinientes en las cadenas de suministro han subido de forma muy considerable (fertilizantes, materiales, costes laborales, presión fiscal...), y aunque todos nos apretamos los cinturones para que estas cadenas de suministro sean eficientes, los incrementos se ven reflejados inevitablemente en los precios finales de los productos", finaliza.
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