Las tormentas acompañadas de granizo de ayer jueves afectaron a un radio cercano a las 10.000 hectáreas de cultivo de las comarcas del Camp de Túria, La Serranía, la Vall d'Albaida, la Costera, la Canal de Navarrés y Utiel-Requena en la provincia de Valencia y la Plana Baixa en la de Castellón. De acuerdo con La Unió Llauradora, en una estimación inicial de urgencia, las pérdidas podrían ser superiores a los 4 millones de euros.
La producción agrícola en todas esas zonas afectadas es muy diversa con cultivo de cereal, almendros, olivar, hortalizas, cítricos, kaki, frutales, viña y algunos viveros.
Los mayores daños se concentran en las comarcas de la Serranía, con dos localidades muy afectadas como Pedralba y Villar del Arzobispo, y en la de la Vall d'Albaida; sobre todo en Aielo de Malferit, Alfarrasí, Atzeneta d'Albaida, Carrícola, Guadasséquies, l'Olleria, Llutxent, Otos y la Pobla del Duc. En esta última los daños se suman a las tormentas del pasado sábado. En la Plana Baixa castellonense los daños se centran en parcelas de cítricos.
La mayor afectación se centra en la fruta de hueso, ya que el pedrisco ha impactado de forma muy negativa. Por pequeño que fuera el granizo, su impacto produce marcas que en estos momentos ya casi a punto de la recolección provocan la podredumbre del fruto, y solo ya con las lluvias se produce el temido cracking o partidura de la piel.
En cítricos, el pedrisco ha dejado marcas muy pronunciadas en algunos casos que posiblemente ocasionen la caída del fruto, y los que no caigan quedarán marcados, no siendo ya comerciales. En almendros, los frutos van a quedar marcados y posiblemente se reduzca su calibre y calidad de los que queden en el árbol, además de lanzar almendras al suelo.
En kaki todavía es pronto, pero ya se observan daños tanto en el fruto como en los brotes, que en estos momentos son muy tiernos y pueden afectar a la futura madera del árbol, además de a la producción. Lo mismo ocurre con la vid. Las hortalizas han sufrido bastante, puesto que es un producto muy tierno y sensible que en muchos casos está iniciando el crecimiento.
Por otra parte, las lluvias caídas en otras zonas donde no cayó pedrisco ayer son beneficiosas para todos los cultivos, excepto para la fruta de hueso que esté cerca de la maduración y a punto de la recolección, pues este tipo de lluvias tormentosas provocan el agrietado de la fruta y su inutilización para la venta.
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Carles Peris
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