La campaña del espárrago en Navarra atraviesa una de sus peores temporadas en décadas debido al exceso de lluvias y las bajas temperaturas. Agricultores con más de treinta años de experiencia aseguran no recordar una situación similar. "Está siendo una campaña nefasta en kilos", afirma Marcelino Etayo Andueza, presidente de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Espárrago de Navarra. "Llueve y, además, las temperaturas no son elevadas. El espárrago necesita calor en la tierra y en el ambiente. Estas condiciones provocan que salgan menos kilos".
Las lluvias persistentes han dificultado enormemente el trabajo en el campo, sobre todo en zonas como Tierra Estella, principal área productora. Muchos agricultores no pudieron iniciar la campaña a tiempo debido al encharcamiento del terreno, que impidió preparar la tierra y colocar el plástico que estimula el crecimiento del cultivo. Algunos optaron directamente por no cubrir las esparragueras, al no resultar rentable para una campaña tan corta.
El retraso en la recolección —unos veinte días más tarde de lo habitual— hizo que el espárrago no llegara a la mayoría de comercios hasta mediados de abril. Actualmente, la superficie cultivada en Navarra ronda las 1.400 hectáreas, con una producción media de 3,4 millones de kilos. Sin embargo, el sector da por hecho una merma de al menos un 30%, a la espera de cómo evolucionen las condiciones en mayo y junio.
En Lerín, localidad navarra con tradición esparraguera, la comerciante Nieves Moreno resume la gravedad del año: "Llevo 40 años vendiendo y no recuerdo un año tan malo. Este es el primero que no he tenido espárrago para el 19 de marzo, San José". Actualmente, el precio del espárrago de mayor grosor alcanza los 4,25 euros por kilo, frente a los 3,50 habituales, reflejo de la escasez.
Las consecuencias también se sienten en la industria conservera, que ya asume que transformará menos producto del previsto. "Estaremos más justos para atender la demanda de los clientes", indican fuentes del sector, que prevén una reducción del 20 al 30% en el volumen total. Además, señalan dificultades para alojar a los temporeros, muchos procedentes de Jaén, cuya presencia ha disminuido por la falta de rentabilidad.
A pesar de que el calibre del espárrago ha mejorado respecto al año anterior, la caída en producción ha dejado una campaña marcada por la incertidumbre y las pérdidas. "A ver si el tiempo nos da un respiro en los próximos días", confían los productores.
Fuente: diariodenavarra.es