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"El Primer Congreso Nacional de Cítricos en Marrakech es un punto de inflexión estratégico para el sector"

El primer Congreso Nacional de Cítricos, celebrado en Marrakech del 13 al 15 de mayo de 2025, fue un punto de inflexión para el sector citrícola de Marruecos. Organizado por Maroc Citrus, la federación interprofesional marroquí de los cítricos, y presidido por Kacem Bennani Smires, este evento reunió a productores, investigadores, exportadores, responsables políticos y socios internacionales para realizar una evaluación franca del sector y esbozar medidas prácticas y urgentes para salvaguardar su futuro.

Entre 2021 y 2025, los campos cítricos de Marruecos perdieron casi 40.000 hectáreas, aproximadamente el 30% de su superficie cultivada. Las pequeñas explotaciones fueron las más afectadas. Esto se achaca principalmente a la grave sequía y a la baja rentabilidad. Sin embargo, los campos siguen siendo relativamente jóvenes, pues un 68% de las plantaciones tienen entre 5 y 20 años, y hay una notable presencia de la variedad Nadorcott, que por sí sola representa la mitad de las exportaciones de cítricos.

La principal preocupación sigue siendo la escasez de agua. El Gobierno marroquí no escatima esfuerzos y avanza a un ritmo notable en la cuestión de la gestión hídrica. Su Majestad el Rey Mohammed VI ha dado directrices claras: garantizar el 80% de las necesidades de agua para la agricultura. En respuesta, el país ha puesto en marcha importantes proyectos de desalinización. Con más de 3.500 km de costa, Marruecos está bien situado para aprovechar la desalinización del agua de mar. El agua desalinizada se destinará al consumo humano y a las necesidades municipales, lo que permitirá dedicar las reservas de los embalses y las aguas residuales tratadas a la agricultura. El representante del Ministerio de Agricultura, responsable de las cuestiones relacionadas con el agua, aseguró durante el evento que para 2028-2029 se aprobarían soluciones concretas. El reto principal es aguantar hasta entonces.

El congreso también ofreció una perspectiva internacional y científica a través de una serie de presentaciones de expertos. Eric Imbert ofreció una visión global de la producción y el comercio de cítricos, destacando el posicionamiento de Marruecos en los mercados internacionales. Serge Zaka advirtió de la creciente amenaza que supone el cambio climático para el cultivo de cítricos, mientras que Setamou Mamoudou se centró en la enfermedad del greening de los cítricos (Huanglongbing), considerada una de las amenazas más peligrosas para el sector mundial. Louise Fergusson destacó la importancia de la conservación del suelo como pilar de la agricultura sostenible. Mohamed Marzak y Mohamed Nafide presentaron las nuevas tecnologías que se están integrando en la agricultura marroquí, como la monitorización digital y la agricultura de precisión. Paralelamente, Hassan Zouhri presentó el programa nacional de lucha contra la mosca del Mediterráneo (Ceratitis capitata), una plaga importante que afecta a la calidad y la exportabilidad de los cítricos. En conjunto, estas contribuciones subrayan la necesidad de un enfoque multidisciplinar para garantizar la resiliencia a largo plazo.

El cultivo de cítricos se presentó no solo como un pilar económico, sino también como un motor de la estabilidad rural, que contribuye a evitar el abandono de las tierras y a crear empleo. A lo largo del congreso se hicieron llamamientos a favor de un plan nacional de recuperación integral, que incluya apoyo financiero, técnico y logístico. A pesar de los retos, se presentaron iniciativas prometedoras. El Instituto Nacional de Investigación Agrícola (INRA) presentó nuevas variedades de cítricos adaptadas al estrés climático y demostró tecnologías de riego de precisión. Estas innovaciones representan un camino hacia una producción más resiliente y sostenible.

También se abordaron cuestiones estructurales, como la fragmentación de los sistemas del mercado interno, los cuellos de botella en la logística de las exportaciones. Los ponentes instaron a establecer un plan nacional de recuperación con financiación adecuada y una gobernanza eficaz para revitalizar el sector.

Es importante destacar que el congreso dio voz a los afectados directos. Agricultores, cooperativas y exportadores compartieron sus experiencias personales de dificultades, pero también su firme voluntad de adaptarse si se les proporcionan las herramientas adecuadas y el respaldo institucional. Surgió un sentido común de urgencia: es necesario actuar con decisión para preservar un sector vital para la economía y el empleo rural de Marruecos.

Este congreso histórico sirvió tanto de llamada de atención como de trampolín para la reforma. Demostró que existen soluciones en la investigación científica, la innovación política, la inversión específica y la acción colectiva. El futuro de la citricultura marroquí depende ahora de la capacidad del país para aplicar estas soluciones con rapidez y decisión. La cuestión va mucho más allá de la agricultura; afecta a la seguridad alimentaria, la estabilidad social y la resiliencia de regiones enteras.

Para más información:
Fatiha Charrat
Delassus Group
[email protected]
www.delassus.com

Fecha de publicación: