La localidad vallisoletana de Tordesillas ha acogido esta semana una jornada sobre la campaña de arranque de patata, promovida por la Organización Interprofesional de la Patata de Castilla y León (OIPACYL). En la jornada, que inauguró Juan Sandonís, presidente de la entidad, se informó que en la comunidad aún falta por sembrar casi una quinta parte de la superficie, debido a que las labores se han retrasado a causa de las continuas precipitaciones de esta primavera.
El retraso en las siembras se traducirá también en una recolección más tardía, lo que generará el efecto positivo de un menor solapamiento entre las cosechas del sur y del norte de España.
Se apunta a una ligera subida de las siembras respecto a la campaña anterior en el conjunto de España. El hecho de que se hayan reducido las predicciones de cosecha en el sur del país, así como en varios países del norte de Europa golpeados por la sequía, debería tener repercusiones positivas en la producción regional.
Según Alfonso Saenz de Cámara, director de la sociedad cooperativa UDAPA (Unión de Asociaciones de Patata de Álava), para 2025 se prevé un aumento en las hectáreas totales dedicadas a este cultivo (más de 61.000), pero se prevé que la superficie este año sea menor en Castilla y León y en Galicia, las principales regiones dedicadas a este cultivo, mientras que subirá en la Comunidad Valenciana y en la Región de Murcia.
Las campañas del sur, ya iniciadas, arrojan valores medios de producción de entre 40 y 50 toneladas por hectárea en la Región de Murcia, y de entre 7 y 20 toneladas por hectárea, según zonas, en Andalucía, donde este año han sufrido inundaciones que han causado la pérdida del 3% de la superficie y también una merma del rendimiento.
Los precios al consumidor se han duplicado en los últimos diez años y las perspectivas de consumo son similares a las europeas, con una disminución del consumo en fresco (-3%) y una subida en el de congelada (+11%). España, pese a producir en cantidad, es deficitaria en patata, por lo que importa al año algo más de quinientos millones de euros de este producto.
Por su parte, Francisco Moya, miembro de la interprofesional francesa de la patata y director de la empresa Vitalis, habló sobre la situación del mercado europeo, y afirmó que la demanda de patata transformada crece entre un 3% y un 4% al año. Los últimos años el consumo de este tipo de patata ha crecido incluso un 10% en detrimento del consumo en fresco. También destacó que Europa produce la mitad de la patata transformada a nivel mundial.
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