Tras una campaña histórica en 2024, en la que la cebolla de Río Negro superó por primera vez a la manzana en volumen de exportación, el sector atraviesa ahora un escenario complejo. Entre enero y mayo de 2025, las exportaciones de cebolla fresca desde esta provincia argentina cayeron un 47% respecto al mismo periodo del año anterior, según datos preliminares del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
El 98% de los envíos de cebolla rionegrina tuvo como destino Brasil, el principal comprador externo de esta hortaliza. Sin embargo, la buena producción registrada este año en el país vecino ha reducido considerablemente sus necesidades de importación, lo que repercute directamente en las posibilidades de colocación del producto argentino en ese mercado.
En la campaña actual, se implantaron 7.950 hectáreas de cebolla en Río Negro, un 18,4% más que en la temporada 2023/2024, según la Secretaría de Agricultura provincial. El incremento de la superficie cultivada, junto con la mejora en los rendimientos gracias a la expansión del riego por goteo, anticipa una cosecha abundante. No obstante, las dificultades para exportar plantean un riesgo importante de sobreoferta y pérdidas en el campo.
"Es una temporada magra", valoró un consultor del sector, que advirtió sobre el riesgo de que muchas toneladas de cebolla queden sin comercializar y deban ser desechadas. "Los productores van a tener que retirarlas de los lotes, con el costo que eso implica, porque dejarlas representa un riesgo sanitario", añadió.
La situación se ve agravada por la baja de los precios respecto a 2024, el encarecimiento de los insumos y un tipo de cambio menos favorable. Todo esto ha reducido la rentabilidad de la exportación.
Los pequeños y medianos productores figuran entre los más afectados. En 2024, la fuerte demanda brasileña llevó a que los grandes exportadores adquirieran cebolla a productores de menor escala para cumplir con sus compromisos. Este año, al no haber necesidad de recurrir a compras externas, esa dinámica se ha interrumpido, dejando a muchos sin canales de venta.
Aunque en mayo se registró una leve recuperación en los volúmenes exportados, las expectativas siguen siendo pesimistas. "Es más lo que puede empeorar que lo que puede mejorar de acá al final de temporada", afirmó Germán Cariac, director de la Estación Experimental INTA Valle Inferior. Según Cariac, este panorama era previsible y refleja los riesgos de depender de un solo mercado.
Fuente: www.rionegro.com.ar