La enfermedad vegetal conocida como Stolbur, provocada por la bacteria Candidatus Phytoplasma solani y transmitida por la cigarra del carrizo, se ha convertido en una creciente amenaza para la agricultura alemana. Así lo advierte la Asociación Alemana de Agricultores, que señala una especial incidencia en el sur del país, donde el suministro regional de patatas, hortalizas y remolacha azucarera se considera "gravemente amenazado", según el Ministerio de Agricultura de Baden-Württemberg.
El presidente de la asociación, Joachim Rukwied, criticó la falta de reacción del Gobierno federal, afirmando que "no se ha reconocido la gravedad de la situación". En su opinión, la única medida viable a corto plazo sería autorizar de forma urgente el uso de productos fitosanitarios eficaces para frenar la propagación del insecto.
La expansión del vector, la cigarra del carrizo, avanza rápidamente. Inicialmente detectado en Baden-Württemberg, el insecto ya ha sido localizado en Renania-Palatinado, Baviera, Hesse, y más recientemente en Baja Sajonia y Sajonia-Anhalt.
La enfermedad de Stolbur causa el marchitamiento de las plantas afectadas y daña raíces y tubérculos, que adquieren una textura gomosa, reduciendo no solo los rendimientos, sino también la calidad y el sabor de los cultivos. En los casos más severos, los productos afectados no pueden almacenarse ni procesarse.
Además, las cigarras son vectores del síndrome de bajo contenido en azúcar (SBR), que afecta gravemente a la remolacha azucarera. Según la Asociación Alemana de Agricultores, la superficie afectada por esta enfermedad casi se duplicó entre 2023 y 2024, alcanzando las 75.000 hectáreas, lo que representa aproximadamente una cuarta parte del total cultivado en Alemania.
Las consecuencias podrían impactar directamente en el mercado alimentario. En 2023-24, el consumo per cápita de patatas en Alemania alcanzó los 63,5 kilogramos, el nivel más alto en más de una década. Sin embargo, las plagas han comprometido parte de la cosecha actual, lo que podría traducirse en un nuevo incremento de precios y pérdidas económicas para los productores.
Desde la Asociación Estatal de Agricultores de Baden-Württemberg se advierte incluso que algunas explotaciones están planteándose abandonar el cultivo de patata ante los riesgos económicos crecientes. Su responsable de medio ambiente, Isabell Pergner, subraya la necesidad de fomentar la investigación aplicada para desarrollar estrategias de control sostenibles y mejorar la resistencia de los cultivos. Aunque la bacteria Stolbur no afecta a la salud humana, sus efectos sobre los alimentos son devastadores.
Fuente: es.euronews.com