El escenario que se desprende al comparar las campañas 2023, 2024 y parte de la de 2025 para las zanahorias tempranas de origen siciliano, cultivadas en el sureste de la isla, es complejo. El impacto de las condiciones meteorológicas parece ser el factor más influyente en la dinámica comercial europea.
Massimo Pavan.
Massimo Pavan, un experimentado gestor agrícola, ofrece su propia perspectiva acerca de la situación. "En esta región, la temporada de producción de las zanahorias tempranas comienza en enero y termina en torno a la primera quincena de mayo. Se trata de una ventana crucial porque permite aprovechar las condiciones climáticas favorables de la región para satisfacer la demanda de un producto temprano, tanto en los mercados nacionales como internacionales". La zanahoria temprana siciliana es famosa por su frescura, su textura crujiente y su sabor excepcional; cualidades que la distinguen de otras zanahorias".
"Para comprender lo que está ocurriendo este año, debemos ampliar el alcance del análisis", prosigue el responsable agrícola. "La temporada de 2024 fue particularmente favorable en cuanto a la exportación de nuestra zanahoria temprana, que llegó a representar un 60% de la producción total. Este repunte comercial puede atribuirse a las condiciones meteorológicas adversas que afectaron a las principales zonas de producción europeas, como Alemania, Francia y Bélgica, durante el verano de 2023. El periodo estival es crítico en estas regiones, ya que coincide con la época de siembra. La grave sequía que afectó a esta zona provocó rendimientos inferiores a los habituales, lo que generó una mayor demanda de zanahorias tempranas de Sicilia para compensar el déficit de la producción nacional".
"En 2025, la situación ha cambiado de manera drástica", sentencia el experto. "En el verano anterior, es decir, el de 2024, los países centroeuropeos tuvieron unas condiciones meteorológicas ideales. Este escenario favorable condujo no solo a la obtención de altos rendimientos, sino también a la expansión de las superficies cultivadas en comparación con el año anterior, precisamente para evitar lo ocurrido en 2023/24". La combinación de altos rendimientos y ampliación de las superficies de producción generó un excedente de zanahorias en los mercados centroeuropeos. Una parte de esta producción se almacenó en cámaras frigoríficas hasta diciembre y se fue liberando gradualmente hasta finales de primavera. El resultado de esto ha sido una caída significativa de la demanda de zanahorias tempranas sicilianas en el extranjero en 2025".
¿Qué factores impiden el avance de la zanahoria con IGP?
Según el entrevistado, la campaña de producción siciliana de 2025 se ha caracterizado por la obtención de un producto de calidad excepcional. "Eso sí, entre el 10% y el 15% de la superficie cultivada se vio afectada por las fuertes lluvias de enero. Estas precipitaciones afectaron sobre todo a las parcelas situadas a menor altitud, provocando una pérdida parcial de la cosecha. En 2025, la superficie total plantada con zanahorias tempranas en el sureste de Sicilia se estima en unas 1.600 hectáreas. De esta superficie, aproximadamente el 10% se cultiva de acuerdo con los estándares de la IGP (indicación geográfica protegida). El cultivo certificado con IGP tiene unas características distintivas y con él se subraya el vínculo con la tierra y unas prácticas agrícolas específicas. Sin embargo, el producto certificado sigue teniendo dificultades para exportarse porque no es muy conocido en el extranjero. Este reconocimiento limitado del producto a nivel internacional limita el potencial comercial de las zanahorias tempranas sicilianas certificadas. Como consecuencia, la mayor parte del producto bajo este sello solo tiene demanda en Italia, pero tampoco en el mercado nacional los supermercados suelen reconocer y valorar adecuadamente la zanahoria con IGP".
Según el análisis de Massimo Pavan, "un mayor compromiso del sector del retail nacional con el sello de la IGP podría ser un estímulo importante para la producción nacional, muy controlada desde un punto de vista nutricional. Según la RASFF (Red de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos), los productos italianos logran los mejores resultados en materia de seguridad alimentaria. En este contexto, potenciar la IGP podría garantizar un reconocimiento justo para los productores y el suministro a los consumidores de un producto de calidad y seguro".
"En 2024, el precio medio de un kilo de zanahorias tempranas sicilianas se situaba en unos 0,30 céntimos de euro", añade. "En cuanto a 2025, todavía es demasiado pronto para ofrecer datos precisos, ya que el cálculo solo puede realizarse al final de la temporada comercial".
"Hablando de productos extranjeros, en los últimos años, hemos observado que, en cuanto el precio de la zanahoria sube lo más mínimo, Italia responde con una mayor importación de zanahorias de otros países, como Portugal, España, Israel, Turquía, Serbia o Egipto. Esas cosechas se reenvasan tras su llegada a Italia en paquetes de 1.000 kg y se distribuyen en el mercado italiano. El reto al que nos enfrentamos es que ningún mercado o supermercado venda productos etiquetados con su verdadero país de origen, lo que apunta a la necesidad de controles más estrictos a las importaciones para controlar estos productos. La distribución de productos importados como italianos no solo es una forma de fraude alimentario, sino que también perjudica a nuestros productores, que acaban teniendo que lidiar con caídas de precios debido a la afluencia de productos de otros países que ingresan en Italia en momentos de gran demanda en el mercado", concluye el empresario.
Este artículo se publicó anteriormente en la edición de Primeur de mayo de 2025. Haz clic aquí para acceder a la edición completa
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Massimo Pavan
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