La cebolla valenciana vive una campaña totalmente fuera de lo normal. La temprana Spring ha estado marcada por su falta debido a la catástrofe de la gota fría en el momento de la siembra. Por otro lado, la patata se ha visto retrasada por las bajas temperaturas, lo que ha provocado un solapamiento con la producción del Este, que se ha adelantado por el calor, siendo, normalmente, el mercado preferente para la valenciana.
En la agricultura, "nada es fácil, ya estamos acostumbrados a tiempos complicados, pero la falta de cebolla y exceso de patata están marcando la campaña valenciana. Esta temporada está teniendo muchos obstáculos, porque tenemos que importar todo lo que falta de cebolla y el transporte marítimo no es tan predecible como antes", dice Carmen Bonafont, gerente de Bonafont SL, empresa valenciana productora y comercializadora de unos 22 millones de kilos anuales de cebolla y patata.
La normalidad llegará con la cebolla medio grano, de acuerdo con Carmen Bonafont. "En noviembre, cuando realizamos la siembra de la cebolla, lo teníamos todo preparado cuando llegó la DANA. Hacer cualquier cosa era inviable, no se podía acceder a los campos, no había normalidad de nada, así que la producción de la Spring valenciana este año es prácticamente nula. Por eso, la importamos de Perú, México o Egipto y los precios están desorbitados. Hasta que empecemos con la medio grano nacional a final de junio, seguirán así", adelanta la gerente.
"Hemos tenido que aumentar las importaciones de cebolla y eso implica transporte marítimo, pero las navieras ya no trabajan como antes y hay muchos imprevistos. El buque no llega cuando tiene que llegar; esperas que descarguen en Valencia y, de pronto, te comunican que han descargado en Italia. Al cliente eso no le importa y espera la entrega puntual. Además, en un producto perecedero cuenta mucho cada día", explica Bonafont.
Calor y frío a destiempo en la patata
Los productores no solo sufren la presión de la globalización sino, cada vez más, la del clima porque el calendario está cambiando. "La campaña de patata se ha retrasado por las bajas temperaturas de primavera y, por el contrario, nuestro mercado preferente, los países del Este, han tenido temperaturas cálidas que han adelantado su producción, por eso no han comprado la nuestra. En este contexto, en Andalucía el frío y las lluvias han mermado la recolección, dejando un hueco que hemos podido suplir con nuestro exceso, si no, habría sido un desastre", según Bonafont .
En cuanto a la falta de semillas de patata, Bonafont comenta: "El año pasado, a falta de Vivaldi y tuvimos que recurrir a otras menos conocidas como Libra y Adato, pero han funcionado bien y este año las hemos vuelto a elegir".
En una campaña que ha empezado tarde, al menos "la patata es de buena calidad y rendimiento. La temperatura ha sido apropiada, constante, con más frío que calor y lluvias benevolentes, por eso, la producción ha sido cuantiosa y los precios más bajos que otros años. Por eso pienso que está siendo una campaña muy complicada en cebolla y patata por muchas razones", concluye Bonafont.
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Carmen Bonafont
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