El entorno geopolítico ha pasado a encabezar la lista de riesgos para los operadores y armadores, según advierte el más reciente informe de la Cámara Naviera Internacional (ICS). La advertencia cobra especial relevancia tras el repunte de tensiones bélicas entre Israel e Irán, un conflicto que vuelve a poner en jaque la estabilidad de las cadenas de suministro globales, en particular por la amenaza de cierre del Estrecho de Ormuz.
Este paso marítimo es vital tanto para los tanqueros que transportan crudo como para los portacontenedores con destino a puertos estratégicos como Jebel Ali, en Emiratos Árabes Unidos. Una interrupción en este corredor podría desatar efectos en cadena que se extenderían al conjunto de Asia.
La United Kingdom Maritime Trade Operations (UKMTO) señala que no existen indicios de ataques directos al transporte comercial por parte de Irán, aunque alerta sobre el riesgo creciente de que los rebeldes hutíes amplíen sus acciones en la región. El historial iraní tampoco ofrece garantías: en 2024 las autoridades del país retuvieron de forma unilateral al buque portacontenedores MSC Aries, con capacidad para 14.000 TEU, que aún permanece bajo su custodia.
Las consecuencias del conflicto podrían alcanzar también al puerto israelí de Haifa, ubicado en el Mediterráneo, donde la escasez de personal por razones de seguridad podría paralizar la operativa ante posibles ataques iraníes. Sin embargo, el impacto más severo se prevé en el puerto de Jebel Ali. Una eventual suspensión de servicios en esta terminal provocaría desvíos hacia otros hubs de transbordo fuera del golfo Pérsico, lo que podría intensificar la congestión en puertos asiáticos clave y desencadenar un nuevo efecto dominó a escala global.
Este escenario, además, presionaría al alza las tarifas del transporte marítimo de contenedores, no solo por la redistribución de rutas, sino también por el encarecimiento del petróleo. Según el analista Lars Jensen, los precios del crudo aumentaron más de un 9% el viernes 13 de junio, tras los ataques, y los futuros del petróleo crudo lo hicieron en un 13%, conforme a datos de la OMC.
La escalada en la región también reduce la probabilidad de que las navieras retomen operaciones masivas por el mar Rojo, donde la inseguridad persiste desde hace más de un año y medio debido a los ataques de los hutíes. Esta circunstancia continúa influyendo en las tarifas del transporte de contenedores, al sostener la alta demanda de capacidad en rutas alternativas y absorber buena parte de los nuevos buques que se incorporan al mercado.
En paralelo, las tarifas empiezan a ceder en rutas específicas. En el Transpacífico, las navieras han conseguido reintroducir capacidad, moderando el alza de precios. El Índice de Carga Contenedorizada de Shanghái (SCFI) para la ruta Shanghái–costa oeste de EE. UU. cayó 1.486 dólares, hasta situarse en 4.120 dólares por contenedor de 40 pies (FFE). Sin embargo, las tarifas hacia la costa este apenas descendieron 194 dólares.
También se observan movimientos en los flujos hacia América del Sur. En la ruta hacia la costa oeste (WCSA), las tarifas bajaron 869 dólares hasta los 3.714 dólares/FFE, mientras que hacia la costa este (ECSA) repuntaron 769 dólares, alcanzando los 4.724 dólares. Este último tramo ha registrado un incremento acumulado del 239 % en las últimas seis semanas, con un alza total de 3.331 dólares por contenedor.
Fuente: www.mundomaritimo.cl