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Sin margen frente a Chile y EE. UU.: la fruta argentina queda atrapada por sus costos

La temporada 2025 de manzanas y peras en Argentina cerró con volúmenes estables y fruta de buen calibre, pero bajo una presión por el incremento de los costos productivos. El principal obstáculo no fue el clima ni la calidad de la fruta, sino una pérdida de competitividad frente a otros países productores, arrastrada por factores económicos internos como la inflación y el atraso cambiario.

"En el caso de las manzanas, el destino principal fue el mercado interno y países limítrofes como Brasil, Bolivia y Paraguay. Las variedades Red Delicious y Granny Smith se orientan principalmente a estos mercados regionales. La Cripps Pink (Pink Lady), en cambio, es la única variedad con capacidad real de exportación al hemisferio norte. Aun así, la competencia es intensa. La manzana argentina compite principalmente con la chilena en Sudamérica y en menor medida con la estadounidense en Centroamérica. Si bien los calibres fueron algo mayores que el año anterior, la demanda interna se mostró débil y Brasil —uno de los principales compradores— mantuvo un ritmo de compras lento", señaló un exportador del sector.

En cuanto a las peras, el panorama fue mixto. "Hubo buen volumen y calibre, pero una menor calidad visual debido al impacto del clima. En los mercados, Europa mostró un comportamiento estable, Estados Unidos tuvo una campaña más débil y Rusia fue la excepción, con una demanda superior a años anteriores y precios más atractivos", destacó.

El gran problema de fondo, según un el exportador, es el costo de producción. "Argentina hoy tiene un problema estructural: los costos en pesos crecen más rápido que la devaluación del dólar, lo que deteriora la competitividad. Esta situación complica tanto las ventas internas como las exportaciones, especialmente frente a países con estructuras de costos más eficientes como Chile o Sudáfrica. Podés tener una buena cosecha, buen calibre, buena fruta, pero si no podés cubrir los costos, el negocio no cierra", sintetizó.

Sobre el futuro, todavía no hay certezas. "Es muy temprano para hablar de la próxima temporada", advirtió, aludiendo a variables que aún no se definen, como los volúmenes del hemisferio norte, los stocks en Europa y Estados Unidos y la evolución de la demanda global. Aunque se analiza la posibilidad de abrir nuevos mercados como India o China, no se han concretado avances en ese sentido hasta el momento.

"Mientras la producción argentina de manzanas y peras logró sostener sus niveles, el contexto macroeconómico nacional y la competencia internacional siguen condicionando los márgenes del negocio", concluyó.