El mercado europeo de la fruta de hueso arranca la campaña con precios al alza, impulsados por una producción significativamente reducida en países clave como Turquía, Grecia, Italia y Francia. A los primeros datos de Mercabarna, que ya anticipaban una subida respecto a 2024, se suman ahora las primeras cotizaciones publicadas por Mercolleida, que confirman la tendencia.
Según la tablilla de precios, los paraguayos y albaricoques de calibre A alcanzan hasta 1,20 euros por kilo, un incremento del 20% en comparación con el mismo periodo del año anterior. En el caso del melocotón de gran calibre, los precios llegan a 1,15 euros/kg, frente al euro registrado en 2024, mientras que la nectarina sube desde 0,90 a 1,10 euros/kg.
La causa principal de este comportamiento responde al desequilibrio entre oferta y demanda. Aunque la previsión oficial de Afrucat y del Departament d'Acció Climàtica de Cataluña cifra en un 2% la caída de producción en Lleida, fuentes del sector creen que el descenso podría ser bastante mayor. El retroceso en la cosecha es aún más acusado en Turquía y Grecia, dos grandes productores, y también se hace sentir en Italia y Francia, país este último donde los arranques de explotaciones han mermado su peso en el mercado en los últimos años.
Este escenario genera disparidades entre explotaciones. Las fincas que disponen de fruta en buen estado —sin daños por tormentas— pueden beneficiarse de las buenas cotizaciones. Sin embargo, las afectadas por las nueve tormentas de pedrisco que impactaron esta primavera en el llano de Lleida verán aumentar sus costes y reducir sus ingresos, debido a una menor calidad del producto.
Además, las organizaciones agrarias advierten que el incremento de precios no compensa los mayores costes de producción, especialmente en lo que respecta a la mano de obra. Pere Roqué, presidente de Asaja Lleida, denuncia que la presión fiscal y las cargas sociales suponen un lastre para las explotaciones: "Por cada cuatro personas recogiendo fruta, pagamos a un quinto que no tenemos", afirma. También se han encarecido los productos fitosanitarios y fertilizantes, y la inestabilidad internacional derivada del conflicto en Oriente Próximo podría agravar la situación.
En este contexto, Agroseguro ha comenzado a pagar anticipadamente 3,9 millones de euros en indemnizaciones a fruticultores de Lleida cuyas explotaciones resultaron gravemente afectadas por las tormentas de abril. Según la entidad, se han agilizado los procesos de tasación y pago con el objetivo de que los asegurados puedan disponer del dinero antes de la recolección, y así afrontar con mayor solvencia los preparativos de la próxima campaña.
Fuente: segre.com