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EE. UU. podría establecer un arancel del 20,91% al tomate mexicano de no renovarse el acuerdo bilateral

La Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos (USITC) analiza la posibilidad de reactivar una cuota antidumping del 20,91% sobre las importaciones de tomates mexicanos, medida que entraría en vigor el próximo 14 de julio si no se renueva el actual Acuerdo de Suspensión vigente desde 2019.

La decisión se enmarca en el anuncio realizado en abril por el Departamento de Comercio de EE. UU., que notificó su intención de retirarse del acuerdo, lo que activa un periodo de 90 días antes de restablecer los derechos antidumping originalmente suspendidos. Este acuerdo, firmado durante la administración de Donald Trump, detuvo una disputa arancelaria mediante la imposición de precios mínimos para los tomates frescos y refrigerados exportados desde México.

En 2024, Estados Unidos importó tomates mexicanos por un valor de 3.234 millones de dólares, lo que representó un aumento del 15% respecto al año anterior y una participación del 86% en el total de las importaciones de este producto. El resto provino de países como Canadá, Guatemala, República Dominicana y Honduras.

El actual acuerdo establece precios de referencia por libra que varían según la categoría: 0.31 dólares para tomates tipo round y roma, 0,46 para tomates con tallo, 0,50 para tomates en la vid, 0.49 para tomates sueltos especiales, y 0,59 para tomates envasados especiales. Los tomates orgánicos, por su parte, se venden con un 40% de sobreprecio respecto a los convencionales.

La USITC ya ha iniciado un proceso de consulta pública para recabar opiniones sobre si existen "cambios de circunstancias" que ameriten revisar la vigencia de las medidas. En caso de abrir una revisión formal, se evaluaría si las condiciones actuales del mercado justifican mantener o levantar los aranceles. Aunque ese desenlace es poco probable, una revisión favorable podría sentar las bases para eliminar futuras órdenes antidumping.

Paralelamente, el gobierno estadounidense ha desplegado esfuerzos adicionales para respaldar a los productores locales. En octubre de 2022, la Representación Comercial (USTR) creó un panel asesor con participación del Departamento de Agricultura (USDA), enfocado en diseñar medidas administrativas y legislativas para mejorar la competitividad de los agricultores de productos perecederos, en especial en el sureste del país.

Esta acción se produjo tras el rechazo por parte de la USTR a una solicitud de los productores de tomate de Florida, quienes pedían protección comercial bajo la Sección 301 de la Ley de Comercio de 1974, que permite imponer sanciones si se detectan prácticas comerciales desleales.

Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha expresado confianza en que se alcanzará un nuevo acuerdo antes de la fecha límite. Mientras tanto, el futuro del comercio bilateral del tomate permanece en vilo, en medio de un contexto marcado por tensiones regulatorias y preocupaciones sobre el impacto en ambas industrias agrícolas.

Fuente: eleconomista.com.mx