La empresa estadounidense Green Corridors recibió este mes la aprobación del Gobierno de Estados Unidos para desarrollar un ambicioso proyecto de infraestructura binacional que conectará las ciudades de Laredo (Texas) y Monterrey (México) mediante una vía elevada exclusiva para lanzaderas autónomas de carga.
La autorización, firmada el 9 de junio por el expresidente Donald Trump, permitirá a la compañía con sede en Austin construir, operar y mantener el sistema durante un periodo inicial de cinco años, plazo en el que deberá comenzar la obra para evitar la caducidad del permiso.
El proyecto contempla una inversión superior a los 10.000 millones de dólares y busca aliviar la saturación en el corredor comercial más transitado entre ambos países. Consiste en la construcción de una "vía guía" elevada para el tránsito de lanzaderas híbridas diésel-eléctricas, sin conductor, que transportarán remolques de carga seca entre terminales logísticas situadas en ambos lados de la frontera.
En total, se proyectan cuatro terminales: dos en Laredo y dos en Monterrey. El modelo de operación se basará en el transbordo de remolques. Los camiones dejarán la carga en las terminales, desde donde las lanzaderas cruzarán la frontera de forma automatizada. Al llegar al otro extremo, nuevos camiones retomarán el transporte hacia su destino final.
Según Mitch Carlson, director ejecutivo de Green Corridors, el objetivo no es sustituir el transporte terrestre tradicional o ferroviario, sino complementar los trayectos de corta distancia —menores a 200 millas— que actualmente congestionan los cruces fronterizos.
El puerto fronterizo de Laredo es uno de los principales puntos de entrada de mercancías a Estados Unidos. En 2023, registró más de tres millones de cruces de camiones, lo que representó un aumento del 28% respecto a 2019, según cifras de la Oficina de Estadísticas del Transporte. La mayoría de los productos transportados incluyen vehículos, autopartes, electrodomésticos y componentes electrónicos.
Desde la Casa Blanca se indicó que este proyecto busca mejorar la eficiencia de la cadena logística, reducir los tiempos de espera en los cruces —que actualmente superan los 45 minutos en horas pico— y aumentar la capacidad para enfrentar el crecimiento del comercio con México.
A pesar del avance que supone el permiso presidencial, Green Corridors aún enfrenta etapas clave para el desarrollo del proyecto. Entre ellas figuran la obtención de autorizaciones del gobierno mexicano, negociaciones con propietarios de los terrenos donde se construirán las terminales, y la resolución de trámites regulatorios en ambos países.
La compañía estima que la construcción podría completarse en 2031, año en el que comenzaría una fase de pruebas del sistema automatizado, antes de su puesta en marcha definitiva.
Fuente: mundomaritimo.cl