Las sorpresas no son nada fuera de lo común en el comercio holandés de cebollas. A mediados de septiembre, un barco en el que JP Beemsterboer debía cargar 5.400 toneladas fue retenido en el puerto de Róterdam. "¿Un barco retenido por temas de combustible? Jamás había visto algo así. Esto solo confirma que nuestro sector nunca deja de sorprender", comenta William Nannes, del departamento de compras de esta empresa exportadora de cebollas.
Por suerte, la calidad del producto holandés este año es excelente. "Tenemos calibres muy buenos, apenas hay ejemplares demasiado grandes. Todo se encuentra en el punto justo", afirma. No obstante, las complicaciones en la provincia de Zelanda —como la podredumbre radicular, las enfermedades y la escasez de agua— han desplazado parte del cultivo hacia el norte y este del país, e incluso al otro lado de la frontera, en Alemania.
© Beemsterboer
Ante este panorama, JP Beemsterboer mantiene un control riguroso sobre la calidad. Aunque rara vez utilizan máquinas clasificadoras de calidad interna, los reclamos son muy poco frecuentes. "Lo fundamental es comprar las cebollas correctas", asegura Nannes.
La competencia internacional —principalmente de la India, China y Egipto— es feroz. Las interrupciones en las rutas de contenedores y la disponibilidad del transporte marítimo son las principales razones detrás de los precios elevados de la cebolla holandesa. Esta situación complica la expansión hacia mercados como el Lejano Oriente. No obstante, Nannes sí ve un potencial de crecimiento en África Occidental. "Enviamos un barco con 5.000 toneladas de cebollas a Senegal cada diez días. En tres meses, eso representa unas 55.000 toneladas, lo que equivale al 40% de nuestras exportaciones. Y esa demanda continuará creciendo, dado el aumento poblacional de la región", manifiesta.
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Según datos del Banco Mundial, Senegal contaba el año pasado con una población de 18,5 millones de personas, y África Occidental en su conjunto superaba los 468 millones. Con un crecimiento poblacional anual de poco más del 2%, se estima que la región alcanzará los 519 millones de habitantes en 2030 y los 573 millones en 2035. Es decir, más de 100 millones de personas adicionales en apenas una década. "Y toda esa gente tiene que comer. La cebolla es un alimento básico", señala William. Aproximadamente la mitad de las exportaciones holandesas de cebolla tienen como destino esa región.
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Algunos países de África Occidental están intentando aumentar su producción local de cebolla. Sin embargo, aún enfrentan limitaciones importantes, como la falta de profesionalización y la casi inexistente infraestructura de almacenamiento. Además, sus variedades de cebolla de ciclo corto tienen una vida útil mucho menor. "Una persona que construyó unas instalaciones de almacenamiento bastante decentes vio cómo se echaba a perder todo su stock en apenas tres días. Es un verdadero problema. Por eso, estoy convencido de que los exportadores holandeses seguiremos enviando cebollas a África Occidental durante muchos años más", concluye William.
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William Nannes
J.P. Beemsterboer Food Traders
Tel.: +31 226396408 (Países Bajos)
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