Turquía, el mayor productor mundial de avellanas, se enfrenta esta temporada a importantes pérdidas de cosecha después de que una ola de frío y fuertes lluvias dañaran las plantaciones de las principales regiones productoras. La climatología adversa ha afectado a los rendimientos y se espera que eleve los precios mundiales.
En la provincia de Ordu, una de las principales zonas productoras del país, agricultores como Zekayi Sagra declararon haber perdido más de la mitad de su cosecha tras una fuerte helada en abril. El aumento de las temperaturas en todo el mundo ha provocado que los avellanos florezcan antes, haciéndolos cada vez más vulnerables a las heladas tardías.
Los expertos estiman que el rendimiento total podría disminuir en torno a un 40%, lo que podría hacer subir los precios mundiales de la avellana hasta un 30%.
Los productores también se enfrentan a otros problemas derivados de las plagas y los bajos precios regulados por el Estado, que han hecho que la producción sea menos viable para muchos pequeños agricultores. Algunos agricultores ya han abandonado sus campos debido a las crecientes pérdidas.
La situación pone de relieve lo que los economistas agrícolas denominan "inflación climática", un patrón en el que los fenómenos relacionados con el clima contribuyen a la reducción de las cosechas y al aumento de los precios de los alimentos en los mercados mundiales.
Turquía suministra más de dos tercios de las avellanas del mundo, muy utilizadas en confitería, panadería y fabricación de chocolate. Los observadores del sector advierten de que la reducción de la producción turca podría afectar a la disponibilidad y los costes en toda la cadena de suministro internacional.
Fuente: DW