Un nuevo estudio revela que los chimpancés salvajes de Costa de Marfil y Uganda ingieren diariamente el equivalente al alcohol de una botella de cerveza al comer frutas maduras fermentadas de forma natural, como higos y ciruelas. Investigadores de la Universidad de California en Berkeley afirman que esto apoya la hipótesis del "mono borracho", según la cual los humanos heredaron el gusto por el alcohol de sus antepasados primates, que se alimentaban de frutas fermentadas. Según el estudio, los chimpancés consumen unos 14 gramos de etanol al día, aunque no lo suficiente como para intoxicarse. Los científicos afirman que este comportamiento pone de manifiesto profundas raíces evolutivas que relacionan la dieta, el vínculo social y la atracción por el alcohol.